Boulet cree que tiene el apoyo de los miembros de la Unión

El ministro de Trabajo, Jean Boulet, dice que tiene el apoyo de miembros de la Unión para limpiar la gestión interna de los sindicatos.

Su deseo de introducir un proyecto de ley en este efecto ha enojado a las organizaciones laborales, que están llorando por lo que ven como interferencia.

El domingo por la tarde, un frente unido a los sindicatos hablará para expresar su fuerte oposición a los planes del gobierno.

La confrontación proviene de un discurso del primer ministro François Legault, quien, al presentar su nuevo gabinete, ordenó a Boulet que “tenga el coraje de modernizar el sistema sindical”.

Durante un scrum de prensa el domingo por la mañana al margen de la Convención CAQ en Gatineau, los periodistas le preguntaron a Boulet si pensaba que tenía el apoyo de los miembros de la Unión en esta cruzada.

“Absolutamente”, respondió.

“No estamos haciendo esto contra los sindicatos, estamos haciendo esto para los miembros de la Unión”, argumentó, refiriéndose a lo que considera los excesos y abusos de ciertas organizaciones sindicales.

Luego se le pidió que explicara cómo midió este apoyo.

“Los abusos documentados por los medios de comunicación provocaron indignación pública. (…) No medimos el nivel de apoyo entre los miembros del sindicato”.

Sin embargo, tenía una idea bastante clara de cuáles podrían ser sus quejas.

En particular, se refirió al “robo en Dubai”, es decir, la participación del presidente de FTQ, Magali Picard en la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas en ese emirato en 2023.

Pero también mencionó los subsidios de gastos de ciertos líderes sindicales, lo que causó un gran revuelo, con fuertes facturas de restaurantes elegantes para lujosas comidas.

“Los miembros del sindicato deben tener acceso a información sobre cómo se utilizan sus cuotas”, insistió el ministro.

El gobierno también se opone particularmente al desafío legal a la ley de secularismo presentada por el Fédération Autonome de L’enseignement (FAE), “sin la aprobación de sus miembros”, agregó Boulet.

“No estamos prohibiendo desafíos para la ley, sino solo después de obtener la opinión de la mayoría de los miembros”, aclaró.

Finalmente, el gobierno no acepta que los votos de huelga deberían tener lugar a altas horas de la noche, cuando los miembros ya han abandonado la reunión, que ha continuado en la noche.

Esta situación surgió durante las reuniones de la Unión FAE, como parte de las negociaciones para la renovación de los acuerdos colectivos del sector público.

“Los trabajadores deben poder expresar sus puntos de vista correctamente cuando los votos tienen un impacto en sus vidas”, argumentó el ministro.

El jueves pasado, se reunió con los líderes de las principales federaciones sindicales en un momento en que el clima ya estaba tenso.

Unos días antes, un documento interno del Ministerio de Boulet había mencionado el deseo del gobierno de hacer que parte de las cuotas sindicales sea opcional cuando los sindicatos quieren usarlos para desafiar una ley, por ejemplo, o para fines distintos de los derechos de los trabajadores directamente.

En este caso, el gobierno nuevamente estaba apuntando a los FAE y su desafío a la ley de secularismo.

Sin embargo, Boulet luego aseguró a los líderes sindicales que el documento era un borrador que no reflejaba sus intenciones, según los informes.

Sin embargo, el ministro concluyó el domingo reafirmando su firme compromiso de limpiar las prácticas sindicales.

“Somos elegidos para representar a las personas, incluidos los 1,8 millones de miembros del sindicato, y eso es lo que nos preocupa. Hay circunstancias que nos requieren que tomemos medidas”.

–Este informe de La Presse Canadienne fue traducido por CityNews