última hora de Gran Premio de Canadá

Max Verstappen se acercó un poquito más a un título este domingo con otra gran victoria en GP de Canadá. Por detrás, un Alonso desatado por la poca degradación de neumáticos exprimió su Aston Martin para recuperar una segunda plaza robada por Hamilton en la salida y poder así subirse por sexta vez al podio esta temporada.

La carrera empezó con las espadas por todo lo alto desde que se apagó el semáforo. En primera línea Hamilton arrebató la segunda plaza a Alonso, buenas noticias para un Verstappen lanzado en la cabeza de la parrilla que contemplaba con tranquilidad desde el retrovisor la batalla entre sus grandes oponentes.

Sainz también tuvo un inicio de pulsaciones altas, en su caso en la lucha por la undécima posición con Sergio Pérez. Todos los coches, salvo el Red Bull de Verstappen, completaron los primeros giros en caravana, y no tardó en aparecer el Safety Car. Lo hizo virtualmente en la séptima vuelta por problemas de Sargeant, y en la deimotercera por accidente de Russell, momento aprovechado por los pilotos de podio- salvo los Ferrari- para cambiar de neumáticos medios a duros.

Precisamente en la parada se produjo la gran declaración de intenciones de Alonso, que casi choca en el pasillo de boxes con un Hamilton que se la jugó más de la cuenta al querer conservar su posición. El español ansiaba recuperar su segunda plaza y optó por cocinar el adelantamiento a fuego lento, hasta que llegó en la vigesimosegunda vuelta.

Por su parte, los Ferrari encontraron su ritmo con los medios, dieron con la clave en un circuito con muy poca degradación y se acercaron a las plazas de podio tras 36 vueltas exprimiendo las gomas. Nadie los movería de ahí hasta la bandera a cuadros, tampoco alternarían posiciones entre compañeros, así lo dictaminó la orden de equipo.

Por delante mandaba Verstappen, pero con mucha menos claridad que en las carreras previas. Las mejoras empiezan a surtir efecto en los Aston Martin y en los Mercedes, ninguno de ellos estuvo a más de 10 segundos del Red Bull. Ello, unido al poco desgaste, permitió a todos correr sin reticencias como si de una prueba clasificatoria se tratara para meter presión al vigente campeón. 

La situación era ideal para Fernando. Tiró con todo a por Verstappen y en el box de la escudería austriaca alucinaron con la cercanía del coche verde, pero pronto aparecerían los retos para el bicampeón mundial, y es que sin posibilidad de volver a calzar medios, le tocaba pelear por el podio con duros (más lento que los medios de Verstappen y Hamilton) y siendo conservador con unos frenos más desgastados de la cuenta.

El neerlandés se mantuvo firme con ritmo constante, pero Hamilton, todavía tercero, vio su oportunidad para apretar. El británico se llegó a poner a menos de dos segundos, rozó la zona DRS, pero Alonso, siempre con un as en la manga, volvió a apretar. El asturiano acabó con el sueño de Hamilton y mandó otro aviso al líder del mundial: Aston Martin no está tan lejos del ‘cohete’ de Red Bull que volvió a terminar en primera posición.