Current track

Title

Artist

Background

Marc Messier: los placeres de la mente

Written by on September 4, 2023

El fin de semana pasado, Marc Messier puso fin a Solo… en el escenariola exposición individual que había “roto” en el Théâtre La Marjolaine en agosto de 2021.

Estuve en Eastman el viernes por la noche. Hacía mucho tiempo que un espectáculo no me conmovía tanto. Reí, lloré y, sobre todo, me quedé colgado de la historia de quien inmortalizó en Lanzar y contar Según las palabras de Marc Gagnon: “la dureza de la mente”, probé gracias a Messier los “placeres de la mente”. Se trata, en efecto, de un auténtico ejercicio mental el que realiza en el espectáculo. Incluso Fabrice Luchini, a quien a veces veía solo, nunca logró cautivarme como lo hizo Messier con Solo… en el escenario.

El actor tardó tres años en escribir la autobiografía que presenta en escena durante casi dos horas. Relata su infancia en “agua bendita” en la pequeña ciudad de Granby, luego sus difíciles comienzos como actor tras sus estudios en el Cégep de St-Hyacinthe y, finalmente, sus éxitos en Lanzar y contar, Les Boys, La petite vie y aun mas, mientras en paralelo juega elaborar cerveza 3300 veces con Michel Côté y Marcel Gauthier.

Probablemente sea porque el actor es más grande que la vida, es muy empático y tan entrañable, que muestra, en definitiva, muy poco ego a pesar de una extraordinaria carrera artística. Irónicamente, esta autobiografía, que puso en escena Mani Soleymanlou, director del Teatro Francés del Centro Nacional de las Artes, es también la de su ego con el que Messier dialoga en todo momento.

UN VERDADERO AUTOR

Messier tenía 74 años cuando desfiló por las tablas de La Marjolaine para el estreno de este espectáculo. Era un riesgo que no necesitaba correr, su fama era tan grande. Evidentemente, detrás del actor arriesgado hay un autor igualmente atrevido. Hasta donde yo sé, Messier sólo había escrito un guión hasta el momento, la esfinge, en la que él mismo se había atribuido el papel protagonista, el de Réal Prescott. Louis Saïa había dirigido la película que no marcó la historia del cine quebequense.

Si la primera parte de Solo… en el escenario Está lleno de humor, buenas palabras y anécdotas que debieron poner celosos a los comediantes que vieron el espectáculo, la parte que sigue al intermedio es de un registro completamente diferente. Sorprendentemente, esta segunda parte no desentona. Si la primera cuenta la vida del actor y se sumerge en sus recuerdos íntimos o profesionales, la segunda parte anticipa, por así decirlo, los años que le quedan por vivir. Messier, acercándose así a la vejez y a la muerte, recorre toda la segunda parte del espectáculo en frágil equilibrio sobre la cuerda floja.

ESPECTADORES SATISFECHOS

El texto de esta parte resulta a veces desconcertante. Muy oscuro a veces y tan desesperado que a los espectadores mayores les lloran los ojos. Con mucha habilidad, Messier encuentra las palabras para volver a ponernos en la silla y nos lleva con él entre risas y lágrimas hasta el final del espectáculo. Los espectadores aplauden espontáneamente, pero no piden un bis porque están llenos de alegría. Satisfecho incluso.


Descarga nuestra APP BEONERADIO
Google Play | Apple Store
www.be1radio.com
Instagram: @be1radio

Source link