El fatal accidente de autobús de la guardería Laval el año pasado quedó ‘impreso’ en la comunidad de Sainte-Rose

Para algunos residentes de la tranquila zona de la antigua Sainte-Rose en Laval, al norte de Montreal, la conmoción no es suficiente para describir sus sentimientos después de que un autobús urbano se estrellara contra la Garderie éducative Ste-Rose el 8 de febrero del año pasado, dejando dos niños muertos y otros seis heridos.

Algunos, como el residente Martin Deland, dicen que la tragedia los marcará para siempre.

“Era incredulidad”, dijo. “Fue un ataque al núcleo de la comunidad aquí”.

“Mientras los residentes estén aquí, lo recordaremos”, añadió.

Algunos dicen que el incidente fue traumatizante.

“Vamos a pensar en ello durante mucho tiempo”, afirma Lucille Drainville, residente de Sainte-Rose. “Cuando vemos pasar los autobuses, nunca hubiéramos pensado que un autobús podría ser objeto de un incidente tan grave”.

Pierre Ny St-Amand condujo un autobús urbano vacío hacia el edificio lleno de niños y los testigos dicen que estaba delirando y necesitaba que lo sujetaran. Se enfrenta a dos cargos de asesinato en primer grado y otros siete cargos.

“Tomo el autobús 151, que es el famoso autobús, y de vez en cuando pienso: ‘Este es el que chocó contra esa guardería’”, dijo el residente Rory McEvoi. “Trato de no pensar en lo malo”.

La Iglesia Sainte-Rose-de-Lima se convirtió el año pasado en un punto de reunión para los miembros de la comunidad en duelo, con velas, ositos de peluche, flores y tarjetas en el exterior y en el interior.

En la iglesia también se celebraron los funerales de los dos niños fallecidos, Jacob Gauthier, de cuatro años, y Maëva David, de cinco.

“La gente de la parroquia, no todos los conocían, pero vinieron y juntos apoyan a la familia”, dijo el P. Michel Bouchard, sacerdote de la iglesia Sainte-Rose-de-Lima. “Lo que le dije a la familia es que la única manera de salir de esta situación, aunque siempre esté en sus mentes, es ofreciéndole esta situación a Dios”.

“Después de un tiempo, te das cuenta de que cualquier cosa puede suceder, en cualquier lugar y en cualquier momento, ninguna ciudad es segura”, dijo McEvoi. “Siempre escuchas: ‘No pasa nada en nuestro pequeño pueblo’, bueno, pasó ese día”.

El jueves se llevará a cabo un evento conmemorativo público en el que se lanzarán globos al cielo en el Parc de la Rivière-des-Mille-Îles, cerca de la guardería, para conmemorar el aniversario.

“No puedo hablar en nombre de toda la comunidad, pero para mí será difícil”, dijo Deland. “Durante muchos años, quedará grabado en nuestro cerebro, en nuestro corazón”.