El Barça arrasa al Real Madrid con un rotundo 3-0 y se proclama campeón de la ACB

El Barça se proclamó campeón de la Liga Endesa tras arrasar al Real Madrid en la final. La victoria de ayer en el WiZink Center completó un rotundo 3-0 que hace que los blaugranas se toman la revancha a lo grande de lo sucedido en la Final Four de la Euroliga. Ni el ruido producido por el adiós de Mirotic ha frenado a los de Jasikevicius, que se han mostrado superiores ante un equipo blanco que nunca ha sabido cómo abordar a un rival superior.

En un WiZink Center a rebosar, ensordecedor en los primeros compases, la igualdad fue absoluta en un primer cuarto en que ninguno de los dos fue capaz de irse ni lo más mínimo en el marcador.

Pese a cerrar el primer periodo con un 21-20 en contra, los blaugranas supieron encajar las piezas para dar un estirón hasta poner el 22-29 con un triple de Kalinic. Respondió el técnico local, Chus Mateo, con un tiempo muerto que supo interpretar Rudy Fernández con un arreón inmediato.

Una penetración de Fabien Causeur se saldó con un 2+1 y fraguó un parcial de 9-2 con el WiZink aupando a los suyos. Mateo había encomendado la brega a las ‘vacas sagradas’, con Sergio Rodríguez y Sergio Llull a la cabeza.

Sin suerte para el Chacho, Causeur sí que conjugó bien sus ofensivas con Llull, autor de un triple para empatar el marcador (36-36) a poco más de dos minutos para el descanso. El propio Causeur abrió hueco (39-36) con otra canasta lejana y los blancos se fueron tres arriba al descanso.

El cuadro visitante regresó de vestuarios con otro aire, haciendo un 0-6 de arranque con anotación de Laprovittola y Vesely, ya desperezados.

La insistencia de Edy Tavares y de Yabusele mantuvo a los locales en liza (59-59). Enfrente, la unidad ‘B’ azulgrana flojeaba salvo por la brillantez de Jokubaitis. Y ahí Chus Mateo halló el modo de hacer daño, metiendo de nuevo en pista a Vincent Poirier, quien se entendió con el Chacho para levantar a las gradas con un mate de alley oop (62-61).

El equipo catalán pegó otro arreón y llegó a irse por 72-79 mediado el cuarto periodo, por lo que el Real Madrid fio su futuro a la intimidación de Tavares bajo tableros. Vesely, que tuvo una gran noche, contestó con temple en un par de canastas oportunas.

Con el marcador en 73-81 a cinco minutos de la conclusión, al Madrid se le escurrían las ideas y solo Tavares ejercía de faro en ataque. Para colmo, en defensa casi todo pasaba por intentar parar a Laprovittola, asistente habitual de Vesely. Por parte merengue, además, no entraron dos triples de Causeur y del Chacho en momentos candentes.

El Barça rozaba el título con cada canasta y a 1:38 del bocinazo definitivo, Mirotic ‘bailó’ a Hezonja bajo el aro; el hispano-montenegrino anotó, sacó la falta del croata e hizo levantar de alegría a todo el banquillo visitante. El título estaba casi hecho.

Mirotic, el hombre de la final más por lo extradeportivo que por lo deportivo, transformó el tiro libre para dar al Barça una renta de 10 puntos (80-90). Al Madrid solo le quedaba apelar a otra remontada épica, pero esta vez no llegó.

Los merengues habían gastado sus cartuchos de heroica un mes antes en la Euroliga, pero en la Liga Endesa la historia fue distinta. El Barça controló sin problemas el final del partido hasta salir campeón de casa del eterno rival. 82-93, cronómetro agotado y abrazos por doquier, y con Mirotic acaparando los focos de la gloria.