Ricky Rubio, el último ejemplo de un calvario invisible que detiene a los deportistas más grandes

Ricky Rubio ha dicho ‘basta’, ‘hasta aquí’, y ha parado parcialmente su carrera deportiva para cuidar su salud mental. El catalán, uno de los mejores jugadores de la historia de España y líder de la selección, no estará con La Familia en el Mundial por una decisión que ya tuvieron que tomar otros de los grandes deportistas de la historia.

Rubio, también líder en la visibilidad de la salud mental en el deporte tras vivir acontecimientos que pusieron en jaque su prestigiosa carrera, es un ejemplo de la presión a la que la élite somete a los deportistas. Ahora, al llegar el momento de volver a la pista por todo lo alto tras una lesión que lo ha tenido K.O. un año, ha decidido alzar la voz y poner cara a un problema invisible capaz de parar a los superhéroes del deporte a los que apuntan todos los focos.

No es el único caso en la NBA

El caso de Ricky Rubio no es el primero que sale a la luz en la mejor liga del mundo, donde todavía muchos atletas camuflan la depresión y la ansiedad que viven día a día. Algunos, incluso, perdieron todo, como fue el caso de Delonte West, quien lograra acumular 17 millones en ocho temporadas antes de hundirse en la drogadicción… y no ha conseguido escapar de sus garras.

Otros, como Rubio, no han sido vencidos por su mente, y luego se han convertido en referentes que han logrado romper los tabús de la salud mental en el deporte. Lo hizo, entre otros, Kevin Love, quien fuera compañero del propio Rubio durante su etapa en los Cavaliers. “Cuando llegas a ese punto y día tras día es igual, los pensamientos suicidas entran en juego. Fueron momentos realmente aterradores en mi vida”, confesó Love en una entrevista reciente sobre sus impulsos suicidas en los días más oscuros de su calvario mental en 2012. 

Aún más parecido y cercano para Ricky es el caso de Alex Abrines, jugador español que se vio obligado a dar un paso a un lado cuando jugaba en Oklahoma, la decisión que le permitió acabar con la depresión para volver a pisar el parqué. “Intente luchar contra mi salud mental mientras jugaba al baloncesto, pero llegó un momento en el que decidí dar un paso al lado. Decidí luchar contra ello porque quería seguir haciendo lo que más me gustaba. Por suerte, pude superarlo“, cuenta en una entrevista un jugador que ahora también lidera el movimiento de visibilidad a la salud mental en el deporte español.

Phelps, Biles, Muguruza… también tuvieron que parar

Pero la historia se repite en todas las disciplinas del deporte, donde los más grandes de la historia se vieron obligados a parar para resurgir de sus copias cenizas. Lo hizo Michael Phelps, que durante toda su carrera intercaló las medallas de oro con episodios de depresión autodestructivos. A cada participación olímpica siguió un parón, pero hasta cuatro veces se levantó para retirarse como el mejor nadador de la historia tras los Juegos de Río 2016.

Los Juegos son uno de los grandes escenarios en los que la presión acaba pasando factura, especialmente a aquellos ‘obligados’ a ganar. Tokio 2020 fue ejemplo de ello, con la retirada de una de las deportistas más esperadas del evento, la gimnasta estadounidense Simone Biles. Su inesperada retirada puso el foco en una enfermedad que no le ha dejado disfrutar del motor de su vida, hasta ahora, pues este sábado tomó partida por primera vez desde los juegos en un evento profesional, el US Classic.

Casi paralelo al parón de Biles fue el de la tenista japonesa Naomi Osaka, que sí cumplió ante su público compareciendo en los Juegos de Tokio, pero apenas un mes antes abandonó Roland Garros por problemas psicológicos. Ello le costó una multa del torneo por no dar una rueda de prensa tras tomar la decisión, desembocando una polémica que explicaría después al confesar que había vivido “largos episodios de depresión” tras ganar el US Open de 2018.

Esta hilera interminable de casos sigue en el tenis, también con un ejemplo cercano para los seguidores españoles que vibraron durante años con Garbiñe Muguruza. De sus hitos en grandes torneos han pasado ya algunos años en los que el tenis de la jugadora se apagó. Al inicio de esta temporada 2023 anunció un parón que ha ido prolongando en los últimos meses. Como Abrines, no se presiona para volver, quiere estar segura de hacerlo lo mejor posible.

Ricky, a ganar otra batalla

La baja de Ricky Rubio de la convocatoria diseñada por Scariolo para conquistar el Mundial es el último episodio de un jugador que no ha tenido ni mucho menos un camino sencillo en la élite. Su carrera, marcada por las lesiones de larga duración y la lucha mental contra adversidades, como la temprana muerte de su madre a causa de un cáncer, se ha convertido en un ejemplo para todos.

Eso sí, muy pocos dudan de que el hombre que alza la bandera de los ciudados de la salud mental volverá a lo más alto, porque, como ha demostrado, nunca ha perdido esa batalla.