Real Madrid – Osasuna, en directo: resultado, goles y última hora de LaLiga

Contundente victoria del Real Madrid ante Osasuna (4-0) para irse al parón de selecciones más líder de la Liga y con grandes sensaciones. El conjunto blanco no dio opción a los rojillos con un Bellingham que sigue tocado por la varita y un juego coral en ataque y en defensa- donde Vinicius recuperó el protagonismo que tenía antes de la lesión.

Un Santiago Bernabéu a rebosar, con ganas de espectáculo en una calurosa tarde de sábado, acogía a un Osasuna que siempre es de armas tomar. Ancelotti contaba con ello. Por eso fue Tchouaméni quien acompañó a Rüdiger en el centro de la defensa ante la ausencia de Nacho y Alaba. Un movimiento con el que el Real Madrid ganó en uno de los aspectos en los que más ha sufrido esta temporada: el juego aéreo. También en salida de balón, con Camavinga de pivote acompañado de Modric y del incombustible Valverde. Y arriba, Rodrygo dejó su lugar a Joselu como pareja de baile de Vinícius y Bellingham.

En plena hora de la siesta, el partido arrancó plácido, más por dos equipos que se tanteaban el uno al otro que por desconexión. Esta vez no pecó de adormilado el equipo blanco, atento para cortar los intentos rojillos y con las garras afiladas para cuando su rival tuviese un descuido. Solo le costó ocho minutos encontrar ese punto flaco en el cuadro de Arrasate.

Carvajal, como quien no quiere la cosa, se coló en el área navarra. Y Modric, que tiene visión periférica y hasta parece saber lo que va a pasar antes que los demás, le dejó el balón. El canterano merengue lo tuvo claro: bola de primeras para Bellingham, que zigzagueó dirección al punto de penalti, evitando defensas, y la clavó en la red. Otro más para la larga lista del inglés.

Tuvo oportunidades de ampliar su ventaja el líder de la Liga, que por momentos dejó la sensación de estar jugando a media marcha. Primero lo intentó con un disparo arriba de Vinícius, en una rapidísima contra montada por Valverde, y después, con otro de Joselu que se estrelló en el lateral de la red un pase de la muerte de Modric -que partía en fuera de juego.

También Osasuna pudo irse al descanso con las tablas en el marcador: un gran pase atrás de Rubén García que cortó Tchouaméni -dándole la razón al técnico italiano-, un latigazo de Moncayola desde fuera del área que se marchó desviado y un disparo alto de Budimir tras un error en salida del Madrid, fueron las grandes ocasiones de los pamplonicas. Pero el luminoso no volvió a moverse y la energía rojilla pareció esfumarse al volver al campo.

Un pelo le faltó al conjunto blanco para hacer el segundo justo al volver de los vestuarios. Un mal despeje de Osasuna cayó a los pies de Joselu, que encontró el hueco y buscó un disparo cruzado. El balón salió lamiento el palo, pero fue solo la primera bala del fuego blanco de un Madrid que se acercaba cada vez más con el paso de los minutos.

Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, o eso debió pensar el conjunto madridista, porque tanto llegó al área de Sergio Herrera que al final le volvió a hacer un roto a su red. Otra vez fue Bellingham, que se inventó una pared con Valverde para romper los esquemas de la defensa rojilla y batir a su guardameta con un disparo por debajo de sus piernas. El décimo tanto del inglés en once partidos.

A partir de ahí, el cántaro de Osasuna no dejó de romperse. Vinícius se apuntó a la fiesta con otro golazo -parece que no quiere marcarlos de otra manera- que le regaló Valverde poniéndole un balón al espacio para que solo tuviese que regatear a Herrera y marcar a placer. Y después fue el turno de Joselu, al que el brasileño le regaló el tanto aguantando hasta su llegada un envío largo de Tchouaméni.

Hasta pudo hacer el quinto el Madrid e irse al parón de selecciones con una ‘manita’ cuando el colegiado le concedió un penalti por una mano en el área. Todo el mundo miró a Rodrygo, sus compañeros se acercaron a él para intentar convencerle, pero el brasileño no estaba por la labor de tirarlo. Al final fue Joselu, que hizo el amago de acercarse al ’11’, el que tuvo que chutarlo, con la mala suerte de que Herrera se lo adivinó. 

El portero recogió justo después un disparo de Brahim y se encaró a la grada, algo que no gustó ni al malagueño, que se lo recriminó enseguida, ni al Bernabéu, que no dejó de reprenderle en lo que quedaba de partido. Ya estaba todo dicho. El equipo de Ancelotti se afianza en el liderato al mismo tiempo que en el campo. No hubo atisbo de desconexiones ni conformismos: fue con todo a por la victoria y se llevó los tres puntos con una goleada.