Ocho muertos al hundirse dos barcos frente a California

Al menos ocho personas murieron en el hundimiento de dos pequeñas embarcaciones de “contrabando”, utilizadas frecuentemente para el transporte de migrantes, en la noche del sábado al domingo frente a San Diego, cerca de la frontera con México, anunciaron las autoridades.

“Esta es una de las peores tragedias de contrabando marítimo en California que conozco”, dijo el domingo James Gartland, un funcionario de los servicios de emergencia de San Diego, al parecer refiriéndose a los flujos migratorios entre México y Estados Unidos.

Las ocho víctimas son mayores de edad, agregó en conferencia de prensa, sin revelar sus nacionalidades.

Alrededor de las 11:30 p.m. hora local del sábado, una persona de habla hispana pidió ayuda, quien les informó que un bote con unos diez pasajeros había volcado.

El primer bote “fue volcado por las olas”, dijo James Spitler, un oficial de la Guardia Costera de San Diego, en la conferencia de prensa. La segunda embarcación, que transportaba a otras ocho personas -incluida la que pedía auxilio- “logró llegar a la orilla”, prosiguió.

Una vez allí, los rescatistas descubrieron los dos pequeños barcos pesqueros “volcados” en la orilla, antes de sacar los cuerpos de las víctimas del mar, dijo Gartland.

“No encontraron sobrevivientes” durante sus operaciones, pero las personas pudieron llegar a la orilla y “abandonar la playa”, dijo Gartland.

La zona en la que se encontraban las embarcaciones “es muy peligrosa, incluso a plena luz del día”, con fuertes corrientes y potente oleaje, estimó.

La ciudad de San Diego está muy cerca de la frontera entre México y Estados Unidos.

Muchos inmigrantes lo cruzan ilegalmente, un tema que se ha convertido en un dolor de cabeza político para la administración del presidente demócrata Joe Biden.

“Desde 2017, el tráfico de personas ha aumentado un 771% en la costa del sur de California”, dijo Spitler de la Guardia Costera el domingo, y dijo que 23 personas han muerto en el mar desde 2021.

Los inmigrantes, que quieren escapar de la pobreza o la violencia en sus países de origen, a menudo corren enormes riesgos para ingresar a suelo estadounidense.