Nuevo estudio: la vacuna COVID-19 es segura para los niños más pequeños, no se encontró ningún vínculo con los efectos secundarios

Un estudio estadounidense a gran escala no ha encontrado asociación entre la vacunación contra la COVID-19 y unos 20 efectos secundarios, algunos de ellos potencialmente graves, en niños pequeños de entre seis meses y cinco años.

El análisis, realizado por la organización de salud Kaiser Permanente en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., involucró 135 000 dosis de la vacuna de ARN mensajero de Pfizer-BioNTech y 112 000 dosis de la vacuna Moderna. Estas dosis se administraron entre junio de 2022 y marzo de 2023.

Los investigadores no detectaron asociación, dentro de los 21 días posteriores a la vacunación, entre la vacuna y 23 efectos secundarios que van desde la apendicitis hasta el síndrome de Kawasaki.

“La conclusión es que esta vacuna es segura para niños menores de 12 años”, resumió la Dra. Caroline Quach-Thanh, de CHU Sainte-Justine.

“Cricialmente”, escriben los autores del estudio, “no se encontró asociación entre la vacunación y la miocarditis o la pericarditis, lo cual es consistente con los datos de los estudios clínicos de fase 3 o los hallazgos de otros sistemas de monitoreo de vacunas”.

El riesgo de miocarditis asociado con la vacunación contra la COVID-19 se había observado principalmente en niños y hombres de 12 a 29 años, recordó Quach-Thanh.

“Es realmente en ese grupo de edad donde estaba”, dijo. “Pero en los niños más pequeños, no es la misma dosis de vacuna; recuerde, hay una dosis más baja de ARN mensajero en las vacunas pediátricas. El riesgo realmente parece aumentar con la adolescencia. ¿La respuesta inmunitaria es diferente? Realmente no lo sabemos”.

El estudio muestra que la vacuna de ARN mensajero de la COVID-19 es segura para los niños menores de 12 años, “punto”, reiteró Quach-Thanh.

Ahora, si debe administrarse o no a los niños en los que la eficacia de la vacuna será muy limitada es otro debate que “no tiene nada que ver con la seguridad”, dijo.

“Siempre es bueno prevenir complicaciones y hospitalizaciones, pero prácticamente no hay ninguna en un niño sano”, dijo. “La razón por la que en Quebec la vacunación de los niños contra la COVID nunca ha sido una recomendación fuerte, a menos que el niño tenga una afección médica subyacente, es que el beneficio no es tan bueno”.

Hubo un frenesí (en los medios y otros) en torno a ciertos efectos secundarios que se asociaron, correcta o incorrectamente, con la vacunación contra el COVID-19 en el punto álgido de la pandemia.

A pesar de eso, al final, concluye Quach, este nuevo estudio muestra que los sistemas de monitoreo de efectos secundarios de las vacunas están funcionando, y dijo que eso es lo más importante y tranquilizador de todo.

“Si queremos que el público siga confiando en nosotros cuando decimos, mira, la vacuna es segura, tenemos que poder demostrar que es segura”, dijo. “Tenemos que ser capaces de detectar pequeñas señales, incluso cuando no tiene sentido. Así es como avanza la ciencia y así es como mantenemos un sistema de vacunación seguro”.

Los hallazgos de este estudio fueron publicados en la reconocida revista médica Pediatrics.

Este informe fue publicado por primera vez en francés por The Canadian Press el 19 de junio de 2023.