Current track

Title

Artist

Background

Línea de media tensión de 12.000 voltios: suerte de seguir con vida tras ser electrificada

Written by on September 1, 2023

Un contratista de paisajismo que sufrió una fuerte descarga eléctrica hace dos semanas en la costa norte de Montreal se considera afortunado de seguir con vida a pesar de haber sido amputado.

“Nunca lo tomé a mal. Sucedió, sucedió. Podría haber sido mucho peor”, informa tranquilamente Karl Duchesneau, tumbado en su cama en el Centro Hospitalario de la Universidad de Montreal (CHUM), donde descansa desde el 21 de agosto.

Ese día, el contratista de paisajismo de 30 años estaba podando un árbol imponente en la propiedad de un cliente en Lachute.

Encaramado sobre un andamio de 15 pies, Duchesneau levantó silenciosamente su cortasetos hasta allí.



Lacaída de árbol electrificada.

Vemos aquí el gran árbol que podó Karl Duchesneau. También se pueden ver los andamios, el largo cortasetos y los cables eléctricos.

CORTESÍA de Karl Duchesneau

Para protegerse de las numerosas avispas que zumbaban a su alrededor, el joven se cubrió la cabeza con una capucha, limitando así su campo de visión.

Demasiado cerca

El único problema era que cerca había una línea de media tensión de unos 12.000 voltios. Y desafortunadamente, su herramienta larga y pesada se habría acercado demasiado.

“Mi vista estaba restringida. No me di cuenta. Siempre hemos sido cuidadosos. Realmente fue un error por descuido. No estaba al acecho”, reconoce quien acumula diez años de experiencia en el rubro.

Fue entonces cuando Karl Duchesneau sintió una descarga eléctrica que recorrió su cuerpo.

“No está mal. Escuchas el zumbido actual. Sientes que te atraviesa”, le confiesa a nuestro representante, que lo visitó recientemente en su gran sala aislada del departamento de quemados.

Por suerte, la fuerza del impacto le hizo caer al suelo.

“Eso es lo que me salvó. De lo contrario, me habrían atrapado allí hasta que estuviera cocido. Tenía dos costillas rotas. Pero fue una bendición disfrazada”, pone en perspectiva el superviviente.

Sus colegas corrieron hacia él presas del pánico.

Rodilla

“Yo estaba consciente. Sabía que era serio, pero todavía tenía mis medios. Estaba en adrenalina. No sentí el dolor”, recuerda Duchesneau.

Este último sufrió quemaduras de tercer y cuarto grado en la mano izquierda y en el pie derecho. Desde entonces le han amputado parte del pie.

“El primer día me picó entre los dedos de los pies”, se ríe, refiriéndose al dolor fantasma.



Lacaída de árbol electrificada.

Podemos ver aquí que su pie derecho ha sido amputado por la mitad.

CORTESÍA de Karl Duchesneau

El hombre de 30 años se enfrenta ahora a una elección difícil: amputación de rodilla o gradual, observando la reacción de su cuerpo.

Sin embargo, esta segunda opción le supondría meses encerrado en el CHUM.

“Nos inclinamos por la amputación de la rodilla. Queremos hacer la mejor elección. No quiero que esto me limite”, explica el aficionado al tenis y al bádminton, que a veces, a pesar de su optimismo, miraba al vacío, parecía perdido en sus pensamientos.



Lacaída de árbol electrificada.

JONATHAN TREMBLAY/EL DIARIO DE MONTREAL

Por su parte, Miguel Duchesneau está nada menos que encantado de tener siempre a su lado a su hermano menor.

“Estaba seguro de que estaba muerto”, dice su hermano. Tiene suerte en su desgracia. Hay algunos que realmente no es bonito, sus quemaduras después. Podrá usar sus piernas”.



Lacaída de árbol electrificada.

Los hermanos Miguel y Karl Duchesneau, durante el paso del Diario en el CHUM.

JONATHAN TREMBLAY/EL DIARIO DE MONTREAL

Mantén tu distancia

Un representante de Hydro-Québec confirma que Karl Duchesneau tiene “mucha” suerte de poder compartir su desventura.

“Sería razonable creer que la descarga fue al menos de cuatro a cinco veces mayor que la de un desfibrilador cardíaco. Podrían ser más”, explica Francis Labbé, portavoz de la empresa estatal.



Lacaída de árbol electrificada.

JONATHAN TREMBLAY/EL DIARIO DE MONTREAL

El principal interesado quiere aprovechar para advertir a quienes acometen este tipo de trabajos.

“Si no se siente cómodo en las alturas, no vaya allí, advierte el señor Duchesneau. Tienes que estar alerta y consciente de tu entorno”.

“Manténgase alejado de los cables”, añade Labbé. Tienes que mantenerte al menos a tres metros de distancia. Porque la electricidad puede llegar hasta ti. No es necesario tocar los cables.

¿Tiene alguna información para compartir con nosotros sobre esta historia?

Escríbanos a o llámenos directamente al 1 800-63SCOOP.


Descarga nuestra APP BEONERADIO
Google Play | Apple Store
www.be1radio.com
Instagram: @be1radio

Source link