La historia de Climent Club, la escuela de los hermanos Topuria y ejército de asesinos

El eco de un altavoz rompe el silencio mañanero de una calle de Alicante, podría ser cualquier garaje de la ciudad, pero no, es el lugar donde con una receta secreta de esfuerzo, hermandad, humildad y trabajo duro se forjan los mejores guerreros de las MMA españolas. Una pequeña cripta ahora conocida por todo el planeta tras el éxito de sus dos alumnos aventajados, los hermanos Topuria.

Se trata de Climent Club, el gimnasio de los hermanos Climent que surgió de la nada y ya ha alcanzado la liga privada más importante del mundo, la UFC. Los Topuria -llegados con 15 años al gimnasio- son solo la punta del iceberg de un “ejército de asesinos” preparados para alcanzar la élite, tal y como asegura Jorge Climent, apasionado de los deportes de contacto y ‘segundo padre’ de Ilia y Aleksandre.

Llegado desde su Argentina natal junto a su hermano Agustín y con apenas una mochila y pocos ahorros, Jorge Climent aterrizó en España lanzado a por su sueño. Ambos levantaron con sus manos un gimnasio en un local vacío, empezaron a hacer ruido en un país donde las disciplinas de contacto eran un tabú disfrutado por unos pocos en la clandestinidad, y ahora han empezado a recoger los frutos de toda una lucha de golpes duros contra la vida. 

“Los baños se caen a pedazos, lo armamos todo nosotros, los ladrillos los puse yo con mis manos… todo esto está bancado por nosotros”, cuenta Jorge algo apesadumbrado con la falta de apoyo institucional para este tipo de artes marciales frente a otras como el judo que tienen “mucho apoyo”.

Sin nada hicimos magia (…) es como tener al Real Madrid, pero de barrio

BIEITO ATANES

“Sin nada hicimos magia, ahora Ilia pelea por el puesto número cinco de mundo UFC (ante Josh Emmett el 24 de junio en Jacksonville), y es posible que en diciembre pelee por el cinturón, puede ser que tenga al mejor del mundo criado por mí desde los quince años… Es como tener al Real Madrid, pero de barrio“, cuenta con algo de miedo ante el aumento del nivel y la exigencia a la que está sometido como entrenador.

“Para el nivel que queremos tener, con los mejores luchadores del mundo, no podemos entrenar trabajando, que era lo que nos pasaba a mí y a mi hermano al principio. Trabajábamos de noche y luego en el gimnasio, y al principio era posible porque el nivel no es como ahora, antes partíamos con ventaja frente al resto [de gimnasios], pero ahora se ha igualado todo”, sentencia.

BIEITO ATANES

Eso sí, su éxito con Ilia y Aleksandre tan solo es el principio de su recorrido en lo más alto del mundo de las Artes Marciales Mixtas, pues prometen más y mejores luchadores con el sello Climent Club en los próximos años.