han salido del descanso con diez jugadoras por error

El choque entre España e Italia en Pontevedra correspondiente a la quinta jornada de la UEFA Women’s Nations League nos dejó multitud de detalles, pero fundamentalmente un error de bulto de lo más incomprensible que le costó a la Roja un gol en contra cuando tenía el partido más que controlado.

Athenea del Castillo había adelantado mediada la primera parte a España y así, con el 1-0, se habían marchado ambos conjuntos al descanso. Sin embargo, justo antes de reanudar el encuentro, el cuerpo técnico español y las propias jugadoras se hicieron un lío con los cambios previstos para arrancar la segunda mitad.

Montse Tomé quería reservar, ante la ausencia de Alexia Putellas, tanto a Aitana Bonmatí como a la goleadora Athenea. Con la derrota de Suecia ante Suiza, ya eran primeras de grupo y estaban en la ‘Final Four’ de la Liga de Naciones matemáticamente, por lo que correr riesgos a estas alturas con las estrellas de la selección era innecesario.

Sin embargo, el ‘timing’ de los cambios y el proceso para comunicárselos a las jugadoras no fue el adecuado. Lucía García fue la primera en ser avisada y tuvo que salir con los cordones sin atar, pero Esther González supo que le tocaba salir demasiado tarde. Nadie avisó a la colegiada, y mientras las dos futbolistas seguían preparándose en el vestuario, el partido reanudó sin una de ellas.

En esa tesitura, Italia no se lo pensó y salió a morder sin miramientos. El premio fue el gol del empate, obra de Giacinti, pero el golpe moral a las campeonas del mundo fue mucho más doloroso de lo que aparentaba. Tanto, que la vergüenza por un error infantil lastró el rendimiento ofensivo de la selección, pero sobre todo el defensivo. 

Y así, con España perdida y confusa, Italia hizo el 1-2 de cabeza por mediación de Cambiaghi, y después el 1-3 también de cabeza a la salida de un córner con Linari como rematadora, a placer en el área chica y sin oposición, con una selección española desconcertada y ausente.  Pesadilla absoluta para España, que logró recortar pero sufrió su primera derrota de la era post-Rubiales.