Fernando Alonso pudo haberse beneficiado de una interferencia deportiva del presidente de la FIA y el segundo hijo del rey de Bahréin

El Gran Premio de Arabia Saudí de 2023 fue una montaña rusa de emociones para los aficionados españoles a la Fórmula 1. En la primera curva, Fernando Alonso se puso primero, liderando virtualmente el campeonato por primera vez en una década, aunque al servir una penalización de cinco segundos, fue sancionado por segunda vez por haber tocado los mecánicos su AMR23 mientras se servía la sanción. 

Una vez finalizada la carrera, esa segunda sanción fue revocada, lo que permitió que Alonso consiguiera su segundo podio consecutivo, pero una información de la BBC ha llenado de dudas y polémica ese resultado del piloto asturiano. 

El medio inglés asegura que el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Mohammed Ben Sulayem, habría realizado una llamada telefónica al vicepresidente de las regiones de Oriente Medio y el Norte de África, el jeque Abdullah bin Hamad bin Isa Al Khalifa, segundo hijo del rey de Bahréin, con la pretensión de que la segunda sanción a Fernando Alonso fuese desestimada. 

La penalización en cuestión, de diez segundos, causó que Alonso cayese a la cuarta posición, por detrás de George Rusell, aunque unas horas después de la finalización del gran premio, los comisaros decidieron revocar su decisión, lo que devolvió su tercera posición natural al primera espada de Aston Martin. 

A pesar de que ni Ben Sulayem ni la propia FIA se han pronunciado al respecto, el hecho de que el soplo original llegara al Comité Ético por parte de un oficial de cumplimiento de la federación apunta a que se realizará una investigación al respecto durante las próximas semanas.