“El teléfono es la peor arma que les damos”; testimonio de la madre de una víctima

SÍDNEY.— La pellejo de Mia Bannister está tatuada en triunfo a su cachorro Ollie. Su harakiri tras atacar persecución en alineación empujó a esta veta australiana a amonedar por la primera ley del creación para negar las redes sociales los menores de 16 abriles.

Si esa ley hubiera estamento en energía hace un año, puede que Ollie igualmente estuviera estructurado, lamenta Mia.

Era mi óptimo asociado”, explica con la ojeada fija en el circuito tatuado en moreno de una veta que sostiene un entrañas averiado de color carmesí. “Era mi mundo”.

Ollie sufrió persecución en alineación y tenía ataque al espacio de aplicaciones como TikTok, Snapchat o YouTube que fomentaban la anorexia, frente a la que asimismo luchaba.

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Su veta recuerda con desinfección su matojo de rizos rojos, su angelical y el acierto de sus fanales, que se fue apagando con el antelación del inquietud alimentario.

La primera vez que Ollie enfermó, recurrió a las redes sociales. Mia no tenía ni inducción del objeto que eso iba a adeudar.

Era veta soltera, trabajando a trote completa, sin comprender ni en qué plataformas está ni cómo funcionan”, explica.

Para ella, la admisión es de los gigantes tecnológicos: “Son sus plataformas y su contenido sin filtro y descontrolado”.

Cuando los padres dan a su cachorro un teléfono, le dan “la peor arma que podríamos entregarles”, alega.

La comisionada australiana de flema dactilar, Julie Inman Grant, admite que no hay una posibilidad rápida, sin embargo está convencida de que la excepción es una utensilio “realmente potente” para contener el persecución y el trastorno en alineación.

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