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El Everest, un paraíso convertido en basurero: “Es realmente asqueroso”

Written by on June 20, 2023

El Comité de Control de la Contaminación de Sagarmatha (en siglas SPCC) ha publicado los datos sobre la basura recogida en el Everest tras la temporada de esta primavera.

Conforme a SPCC, se han generado 75 toneladas de residuos en la temporada de escalada de primavera de 2023 en el campamento base del Everest. 21.449 kg son desechos incinerables, 7.536 kg no incinerables, 21.507 kg son residuos humanos, y 9.996 kg son residuos de cocina.

Los grupos de expedición bajaron en esta temporada de los campamentos ubicados en la montaña 8.954 kg de basura. Esto obedece a la regla de 8 kg, que significa que cada persona que asciende a la montaña luego debe bajar 8 kg de basura por su cuenta.

SPCC ya ha transportado toda la basura combustible y no combustible a sus intalaciones de gestión de residuos situado en Namche para su posterior procesamiento y eliminación, de acuerdo a su comunicado.

Un basurero crónico

Al margen de esto, cabe anotar algunas cosas más. En el último campamento de la ruta normal, situado a más de 7,900 m en el Collado Sur del Everest, normalmente permanece la basura para siempre. Todos los desperdicios se van amontonando allí, año tras año.

Este vertedero es producido por las agencias, siendo gran parte de ellas agencias nepalíes. Algún que otro alpinista, que no ha requerido el uso de botellas de oxígeno ni asistencia de sherpa durante el ascenso y descenso, ha reportado esta primavera que muchos tiran los cilindros vacíos de oxígeno y la basura en las grietas, o directamente hacia abajo. Aunque una de las operadoras extranjeras ha recalcado que botella que suben es botella que bajan, esto no evita lamentablemente la práctica de muchos otros de contaminar deliberadamente.

Basura en el campo IV del Everest a 7.950 metros
Basura en el campo IV del Everest a 7.950 metros
Tenzi Sherpa

Por no hablar de todo tipo de plásticos, desperdicios humanos y tiendas que se dejan en la ladera del Everest. Las imágenes que nos llegaron este año (como todos los años), son realmente desoladoras, y el fenómeno no es nuevo. Con el aumento de turistas de altura sin experiencia que requieren la asistencia de oxígeno suplementario y de -en muchos casos- varios sherpas, las agencias y sus empleados ( así como sus clientes ) prefieren dejar arriba la basura, porque les sale más barato que bajarla.

El guía argentino Damián Benegas hace unos años denunció la situación en una entrevista al editorial Desnivel en la que fue bastante claro.

La calidad del cliente está bajando tanto que necesita a tres personas para ascender y descender. Dos para asistirle para equilibrar y otro que le lleva la carga. Pero la verdad es que un cliente así realmente necesitaría a seis personas para bajar la basura de los otros tres asistentes. Por este motivo las empresas locales deciden no bajar los desechos porque si no, tendrían que contratar a tres personas más. Multiplicado por cientos de clientes esto les produciría un coste que no quieren afrontar, de acuerdo a Benegas. El guía argentino también habló de las tiendas de campaña dejadas en los campos de altura, diciendo que como se puede comprar una tienda del mercado chino por 50 dólares, para las agencias locales es preferible dejarla arriba que bajarla, porque el coste para retirarlas de los campos superiores costaría 100 dólares. Las tiendas abandonadas contienen también todo lo interior, comida, cartuchos de gas etc. “El Collado Sur.. no te haces una idea de lo que es. Yo he visto a sherpas que levantan la carpa y meten debajo la cocina entera y la dejan ahí. Es increíble. Y luego vas al Collado Sur y hay montañas de basura”, dijo Benegas a Desnivel.

Muchos grupos cortan el logo de su agencia impreso en su tienda de campaña para que no se los pueda identificar. Luego varias agencias anuncian campañas en las que piden a que se les ayude económicamente para la retirada de desechos (que ellos mismos producen).

El Parque Nacional de Sagarmatha es Patrimonio de la Humanidad desde 1979 y es el primer parque nacional de Nepal que fue inscrito como Patrimonio Mundial Natural. En enero de 2022 se agregaron otros 252 m2 como zona de seguridad adicional.

El K2, otra víctima 

El mismo problema existe en Pakistán, donde se encuentra el segundo pico más alto del mundo, el K2. La temporada del K2 de este año además acaba de empezar.

En los campos de altura hay basura amontonada desde hace mucho tiempo, es muy triste ver como los grupos expedicionarios colocan sus tiendas en ese estiércol incrustrado en su ladera. Año tras año se repite el mismo problema, y a las capas de desechos, plásticos, desperdicios humanos y tiendas abandonadas se van añadiendo capas nuevas.

Campo de altura en el K2 en 2022.
Campo de altura en el K2 en 2022.
Sarah Strattan

A pesar del esfuerzo para limpiar, la dejadez es superior a los actos de limpieza puntuales, que además, nunca son completos. Cuerdas fijas antiguas como telarañas cosen el K2, significando asimismo un gran peligro para los escaladores que llegan el año siguiente.

Una escaladora, Sarah Strattan, escribió en sus redes sociales el verano pasado tras su expedición en el K2, que “para empezar, los campamentos 1 y 2 del K2 son asquerosos. Los residuos de expediciones pasadas y presentes se han acumulado por todas partes y acampas justo encima de ellos. Además de los campamentos, hay un sinfín de montones de cuerdas fijas viejas y destruidas de expediciones actuales y pasadas a lo largo de casi toda la ruta”.

Gente que volvió del glaciar de Baltoro, que conduce al K2 y Broad Peak, reportaban en años también que incluso en el camino había mucha basura tirada.

Luego, cuando vemos a muchos con sus fotos de cumbre posando orgullosos, inevitablemente nos preguntamos, ¿dónde queda el amor por la naturaleza? La gente que convierte las montañas en vertederos no puede tener el sentimiento de la montaña. El incremento del turismo de altura y el negocio depredador en torno a él saca lo peor del ser humano. Destrozamos nuestro planeta a pasos rápidos.

Como contraejemplo se nos ocurre el caso de una verdadera montañera, la japonesa Taeko Nagao quien en 2002 fue a escalar con su marido Yasushi Yamanoi (galardonado con Piolet De Oro) la montaña Gyachung Kang (7,985 m) que se encuentra entre el Cho Oyu y el Everest. Después de un ascenso muy complicado y un descenso casi trágico para ambos, Nagao y Yamanoi, medio muertos y con congelaciones tuvieron que ser evacuados al hospital. Sin embargo, antes de que fueran evacuados, Nagao no quiso dejar huella en la montaña. “Tuve que convencer a mi mujer que dejara nuestras pertenencias y basura en el glaciar si queríamos salir vivos de allí. Pero me hizo prometer que las recogeríamos más tarde”, contó su marido Yamanoi más tarde.

Mantener las montañas limpias tiene que salir de uno mismo. Contaminar conlleva fatales consecuencias para la flora y fauna, y para los habitantes de la zona cuya agua se contamina así también.

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