el Cádiz cae y se convierte en el segundo Primera eliminado

Es lo bonito de la Copa del Rey, ver a los equipos más modestos medirse a algunos de los clubes más grandes del fútbol español… y las sorpresas que siempre dejan. Fue el ‘Alcorconazo’ en 2009, el ‘Mirandazo’ en 2012 y 2020, y este miércoles el ‘Barbastrazo’. Y a ellos hay que sumar ahora también el ‘Arandinazo’, pues el conjunto burgalés de Segunda RFEF ha tumbado al Cádiz (2-1) para meterse en dieciseisavos.

En un duelo marcado por las fuertes lluvias y un campo completamente encharcado, se ha impuesto la épica de un equipo que marcha último en la clasificación de su grupo en la cuarta categoría del deporte rey en España pese a que los de Sergio González pelearon con todo por darle la vuelta al marcador.

Porque empezó pronto el luminoso a ponerse en contra del Cádiz, que arrancó el partido descolocado por las condiciones del césped. Solo habían transcurrido cinco minutos de choque cuando Hajimari Ceesay abrió la lata con un potente disparo raso ajustado a la cepa del palo izquierdo. Jarro de agua fría para los andaluces.

El conjunto gaditano, descolocado por el tanto y constantemente amenazado por su rival, consiguió reponerse a la media hora de duelo, cuando empezó a remar por la remontada. Nunca mejor dicho, porque no había balón que no se frenase sobre un campo en el que había más agua que césped. Tuvo premio a falta de 10 minutos para el descanso, cuando Fede San Emeterio cazó el rechace de un disparo de Jose Mari que se estrelló en el palo.

Se vio mucho fútbol directo en los instantes finales para cerrar una primera parte intensa y con todo por decidir. Tras el paso por vestuarios los gaditanos salieron a sentenciar el partido y tuvieron un par de acercamientos a la meta local. También avisó Santa con un centro lateral al que Ayoub no llegó por poco.

Con el partido abierto, la Arandina supo cuándo golpear. En el minuto 65, Pesca cabeceó una falta lateral botada por Kevin Manzano para volver a perforar la meta de Víctor Aznar y poner al Cádiz contra las cuerdas.

Entonces llegó el turno a un carrusel de cambios en ambas escuadras en busca de oxígeno y piernas frescas que no tuvo el efecto deseado por Sergio González. Pudo empatar Negredo con un disparo que se le marchó a la izquierda de la portería de Adrián Álvarez, pero no estuvo fino.

Lo siguió intentando el Cádiz; cada vez con más corazón que fútbol, pero el tiempo se le iba acabando al cuadro de Primera División. Probó Lucas Pires, pero blandito y sin inquietar al meta local. El tiempo se acababa y la gesta estaba al caer. Llegó con el pitido final. La euforia invadió a la Arandina y hundió al Cádiz, frustrado por su eliminación. El equipo burgalés aparecerá en uno de los bombos del sorteo de dieciseisavos de final del próximo 12 de diciembre, en el que ya estarán FC Barcelona, Real Madrid, Osasuna y Atlético de Madrid.