Donald Trump y Elon Musk: la enagua sobresale

Elon Musk es el último gigante tecnológico, pero probablemente el más poderoso, en ponerse abiertamente del lado de Donald Trump.

Intereses comunes

Elon Musk ha fascinado y preocupado desde hace un tiempo. Algunos lo consideran el hombre más influyente del planeta. Este multimillonario compró Twitter, que pasó a ser X, para convertirlo en una herramienta de propaganda especialmente poderosa. Ese era el objetivo más importante.

Quienes todavía frecuentan X han notado un cambio repentino en el tono y el contenido de los comentarios allí intercambiados. La plataforma está socavada por la desinformación, el racismo y el discurso de odio.

La carrera hacia abajo, justificada con el argumento falaz de defender la libertad de expresión.

Hace un año, Musk reactivó la cuenta de Donald Trump. Durante dos semanas, prometió millones a su campaña, antes de concederle finalmente una “conversación” de dos horas el lunes por la noche.

Pero, ¿qué podría atraer a los multimillonarios tecnológicos al entorno de Donald Trump? En una entrevista con el comediante Jon Stewart, fue otro multimillonario, Mark Cuban, quien mejor resumió la situación.

Para Cuban la ecuación es sencilla. Trump quiere dinero, mientras que los gigantes tecnológicos se ven a sí mismos como miembros de una junta directiva que dictarían su voluntad al presidente. El dinero habla dicen.

La sombra de la extrema derecha

Que los multimillonarios estén tratando de comprar el acceso al poder no sorprenderá a nadie. Podemos deplorar esto, pero lamentablemente es algo común, tanto en el campo demócrata como en el republicano.

Es en otros lugares donde encuentro mi mayor fuente de preocupación. En Occidente y Estados Unidos, hay voces que intentan convencernos de que se está exagerando la amenaza de la extrema derecha. Como si pudiéramos imaginar un fascismo blando o popular. Una extrema derecha aceptable es simplemente una fantasía.

Para comprender plenamente la amenaza que representa un Trump apoyado por unos pocos multimillonarios a los que poco les importa (Elon Musk o Peter Thiel) la preservación de la democracia, invito a estas voces a compararlo no con Hitler o Mussolini, sino con el populismo de los fascistas. inspiración de Juan Perón en Argentina (1946-1955).

¿En qué se basó el “estilo Perón”? El control de la información, el debilitamiento de las instituciones democráticas, la fe ciega en el líder, el recurso a la demagogia y la promoción de un nacionalismo exacerbado.

Si se tiene en cuenta lo que propone el famoso Proyecto 2025 (el Estado al servicio de Trump), que Peter Thiel (que ya no cree en la democracia) prácticamente impuso la elección de JD Vance como compañero de fórmula y que Elon Musk está poniendo una red social Infestada de partidarios de la extrema derecha al servicio del candidato republicano, podemos predecir lo peor.

Hace poco escribí que para asegurarse de ganar las elecciones, Donald Trump tendría que cambiar su enfoque. Teniendo en cuenta lo anterior, es muy dudoso que cambie sus hábitos.

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