Austria: 20 años de prisión por martirizar y encerrar a su hijo en una jaula

Un tribunal austriaco condenó el jueves por la tarde a 20 años de prisión a una mujer que había dejado a su hijo de 12 años al borde de la muerte encerrándolo en una jaula de transporte para perros.

En este caso que conmocionó al país alpino, el acusado, de 33 años, fue declarado culpable de intento de asesinato, tortura de un menor y secuestro, tras siete horas de deliberaciones.

Su cómplice, de 40 años, que pidió ayuda, fue condenado a 14 años de prisión por haber fomentado el “uso continuado de la violencia” contra el niño a través de mensajes de chat y llamadas telefónicas.

Los tribunales ordenaron su internamiento en un centro de terapia médico-legal, tras comprobar el peritaje psiquiátrico “trastornos psicológicos graves y duraderos”, sin que se haya “eliminado la capacidad de discernimiento”.

El niño, que ahora tiene 13 años, quedó “completamente destruido”, estimó el presidente del tribunal de lo penal.

Durante los debates, la principal acusada afirmó que simplemente quería “disciplinar” a su hijo y dijo estar “terriblemente arrepentida por lo sucedido”, según comentarios recogidos por la agencia APA.

El 22 de noviembre de 2022, el niño en coma y con hipotermia fue trasladado al hospital. La madre soltera desempleada fue arrestada al día siguiente y luego internada en Krems, al oeste de Viena.

Durante varios meses, mientras abría las ventanas del apartamento, roció al niño con agua fría, a pesar de las temperaturas exteriores bajo cero, lo que provocó que su temperatura corporal descendiera a 26,8 grados centígrados. Salvado en el último momento, pesaba sólo 40 kilos.

También lo golpeó, lo privó de comida, lo ató y lo encerró en un pequeño transportín para perros, hecho que provocó la indignación pública.

Durante la audiencia se reprodujeron vídeos tomados por el acusado que mostraban al niño incapaz de moverse y hablar.

La defensa señaló posibles fallas por parte de las autoridades cuando el colegio había emitido informes insistentes.

Unas semanas antes de su hospitalización, el niño también se había escapado y había pedido a una familia que lo acogiera. La policía lo llevó a su casa, según informa el periódico austriaco Der Standard.