así fue la batalla con adelantamiento final de Alonso a Checo Pérez

Fernando Alonso, ‘Magic Alonso’ volvió a hacer historia este fin de semana en la Fórmula 1 con una lección de pilotaje defensivo para la hemeroteca. El español se defendió con su AMR23 del ataque incesante de del Red Bull de Checo Pérez durante casi treinta vueltas, y logró un adelantamiento in extremis para lograr su octavo podio del curso en la ‘photo finish’ y desatar la locura en el garaje de Aston Martin.

El piloto español aprovechó la oportunidad de la resalida, tras un fuerte accidente en el inicio de la carrera, para colocarse en tercera posición, plaza que defendería hasta el último metro de carrera con todas sus armas. El ’14’ quería redimirse de los dos abandonos previos, y el Aston Martin rodaba bastante bien en Interlagos como para buscar el podio. 

Pero pronto apareció la gran amenaza, el Red Bull de Checo Pérez, al acecho desde la llegada del contador de vueltas a su ecuador. El mexicano apretó al máximo el mejor coche de la parrilla, pero Alonso, con ventaja, exprimió todo lo que pudo las prestaciones de un coche remozado con piezas de dos paquetes aerodinámicos diferentes.

Los giros al circuito de Sao Paulo pasaban, y Chaco comenzaba a desesperarse. Probó incluso el undercut, pero no le salió la estrategia y no le quedó otra que apretar para buscar su oportunidad sobre el trazado, en un cara a cara final de infarto.

Y así fue, pues con una quincena de vueltas para el final de la carrera, el mexicano entró en zona de DRS y atacó vuelta tras vuelta ante un Alonso enrocado. El asturiano quería el podio, y para ello tenía que olvidarse de la gestión de neumáticos, y entonces en la última vuelta ocurrió lo inimaginable.

Checo logró el adelantamiento en el vértice que inauguraba la última vuelta, pero Alonso todavía tenía una oportunidad para buscar el podio, y fue a por él. Se pegó al coche de la bebida energética, abrió su DRS y volvió a ponerse por delante. Ya exhausto, Alonso apretó los dientes, se mantuvo por delante, y pasó por la línea de meta apenas milésimas antes que su gran rival.

El boxes de Aston Martin explotó. El equipo había sufrido mucho para recomponer un coche hundido, y la gesta de Alonso, de nuevo en el tercer escalón del podio, desató una euforia desmedida. 

A sus 42 años, y cuando nadie ya le esperaba, Alonso dejó otra lección de pilotaje en la hemeroteca histórica del ‘Gran Circo’. Checo se rindió ante él, y también la grada, excitada por el desenlace de una rivalidad entre latinos que permanecerá en sus retinas para siempre.