victoria ante Hungria para citarse con Australia en ‘semis’

La selección española femenina de waterpolo ha dejado claro este lunes que quiere conquistar el mundo. Con una trabajada victoria ante Hungría (12-9), España ha conseguido billete para las semifinales de la Copa Mundial de Fukuoka ante Australia, algo que no lograba desde hace cuatro años.

Las de Miki Oca dominaron el juego y el marcador desde el inicio a pesar de que la potencia húngara llegaba más fresca y descansada a la cita. Pero se toparon con un combinado que supo aprovechar muy bien sus puntos fuertes y atacar los débiles de las magyares.

La actuación de Judith Forca, jugadora del Sabadell, fue determinante —tiró siete veces a puerta y anotó cinco tantos—, pues su zurda fue letal: anotó desde las posiciones de ‘2’ y de ‘1’, escorada y centrada, de trallazo limpio y de tiro colocado, volviendo loca a las guardametas Alda Magyari y Boglarka Neszmely.

Buen parte del éxito fue también culpa de Martina Terré, más por las sensaciones que dejó que por las estadísticas. Su seguridad bajo los palos y su dominio del espacio se le hizo infinito a sus rivales, y terminó siendo designada la mejor del partido.

Las españolas dominaron desde el principio, en un partido en el que prácticamente la mitad de los goles de las húngaras llegaron desde los cuatro metros —cuatro tantos de penalti de cuatro posibles—. Salvo esos desajustes defensivos de los que nacieron las penas máximas, España hizo un partido perfecto, defendiendo bien con las ayudas.

Así pues, con un gran entramado defensivo y el acierto de Forca, Elena Ruiz y Paula Camús (dos goles de mucha importancia en el tercer periodo), España cimentó su triunfo. De hecho, las españolas ganaron los tres primeros parciales y, en el último, hubo empate con la situación ya controlada.

Hasta en el apartado psicológico fue España una pesadilla para Hungría, pues Anni Espar ganó dos esprints a una veloz Vanda Vályi, que poseía los 14 esprints por la posesión en este Mundial.

Pese a que el resultado al descanso fue de 4-6, y que en el tercer periodo hubo momentos de tensión en el agua por las muchas exclusiones españolas y esos comentados penaltis, las de Miki Oca aguantaron siempre una renta aparentemente cómoda de 2 o 3 goles que llegó a ser de 4 en el penúltimo parcial.

Aún así, las centroeuropeas no se rindieron y recortaron distancias en el tercer cuarto por medio de su goleadora Rita Keszthelyi y de Garda, de nuevo de penalti, para ponerse 10-8. Ese fue el punto culminante del partido, porque Hungría desperdició dos superioridades en los peores momentos de las españolas, que parecían faltas de confianza.

Entonces aparecieron Martina Terré y, sobre todo, Anni Espar, autora de un tanto que liquidó el partido en una jugada por la corchera lateral que superó a la meta húngara. Con 11-8 y 3:30 para el final, todo lo tenía a favor el equipo de Miki Oca y más cuando volvió a aparecer Terré. Maica García finiquitó el partido a 2:31 para el final (12-8) y Gurissati dejó el 12-9 definitivo.

España vuelve de esta manera una semifinal. La última la jugó en Gwangju y la ganó, aunque después perdiera la final ante Estados Unidos. Ahora tiene una magnífica oportunidad en semifinales ante Australia, un partido en el que es favorita, en un torneo en el que la gran sorpresa la ha dado Italia, que ha sido capaz de derrotar a la estadounidenses y se medirá a Países Bajos.