una demanda millonaria por un ‘club de fans’ que nunca llegó a existir

Andrés Iniesta se marchó de Japón el pasado 9 de agosto para emprender la que apunta a ser su última aventura como futbolista profesional. El jugador manchego abandonó cinco años después el Vissel Kobe de la J-League para enrolarse en el Emirates FC de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), dejando tras de sí muy buen recuerdo en el país del sol naciente.

Iniesta era muy querido en Japón como la leyenda que es, y el fútbol nipón al completo ya le echa de menos, del mismo modo que el internacional español aprovechó al máximo la experiencia, a nivel personal, profesional y empresarial. Sin embargo, parece ser que no es oro todo lo que reluce en este caso.

Según apuntan diversos medios japoneses, Iniesta habría presentado a través de una sociedad gestora de la que aparentemente es director una demanda millonaria contra una empresa de publicidad con sede en Osaka, como ha desvelado uno de los responsables de la citada agencia de medios y marketing.

En abril de este mismo año, esa empresa de gestión de la que Iniesta es director presentó una misteriosa demanda en el Tribunal de Distrito de Osaka exigiendo que se le pagara 55 millones de yenes en concepto de daños y perjuicios por el frustrado proyecto del club de fans y el canal de vídeo oficial del exjugador del Barça.

“Teníamos un contrato con la empresa gestora que nos ha demandado ahora por la gestión del club de fans de Iniesta y de su canal oficial de YouTube, pero cuando abrimos la puerta no sólo no cumplieron con lo que estaba escrito en el contrato, sino que ni siquiera pudimos contactarlos” relata el empleado de la empresa publicitaria.

“No había manera de que pudiéramos operar en tales condiciones, y nos vimos obligados a cancelar todo. Mientras estábamos ocupados tratando de disculparnos con nuestros miembros y obtener reembolsos, nos vimos obligados a acudir a los tribunales porque eran ellos quienes nos demandaban a nosotros” continúa detallando el trabajador anónimo.

El presidente de la agencia multimedia habría mantenido una reunión con el propio Iniesta en la primavera de 2022 para ofrecerle una propuesta de negocio. En aquel momento, el futbolista nacido en Fuentealbilla no disponía de un canal propio en YouTube, por lo que se le propuso crear una cuenta dedicada a su figura para atraer a fanáticos que no estuviesen interesados en el fútbol.

“Tuvimos muchas discusiones antes de firmar el contrato, y el propio Iniesta dijo: “¡Sí, vámonos!”. El presidente de la sociedad gestora y el personal también se mostraron entusiasmados” añade el responsable de la empresa, con la que en principio se firmó un contrato en agosto de 2022 para lanzar en noviembre la web “Iniesta Family Club“. De hecho, también anunciaron una serie de beneficios con el objetivo de aumentar la membresía.

Sin embargo, tras la firma todo comenzó a torcerse. Al cabo de un par de meses, el responsable de la empresa asegura haber comenzado a sentirse “incómodo” porque habían programado reuniones periódicas semanales con la gestora, pero a veces resultaba imposible contactarles: “A menudo perdíamos el contacto con Iniesta, a veces durante semanas. No había ninguna explicación de por qué no podía ponerse en contacto”. 

Iniesta, al parecer, ni siquiera dio señales de vida para anunciar la fecha de la rueda de prensa de presentación del proyecto, que definió unilateralmente dos semanas antes de celebrarse. E incluso allí hubo cierta confusión por el comportamiento del campeón del mundo, muy alejado según lo describe de la imagen que siempre ha proyectado al exterior como un hombre tranquilo, familiar y humilde.

“Iniesta llegó a la agencia de publicidad en su Rolls-Royce Phantom y lo primero que dijo fue: “Tengo hambre, por favor prepárenme un poco de sushi!”. Su manera arrogante de hablar parecía ser diferente de la imagen caballerosa que había tenido anteriormente“, finaliza su testimonio el responsable de la empresa demandada, que a su vez ha demandado de vuelta a la gestora administrada por Iniesta.