Suecia se convertirá en el miembro número 32 de la OTAN tras la luz verde de Hungría

Suecia se unirá a la OTAN tras la ratificación por parte del Parlamento húngaro, el último paso en el proceso de adhesión de este país nórdico, que ha estado interesado en unirse a la Alianza Atlántica desde la invasión rusa de Ucrania.

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“Un día histórico”, reaccionó en X (antes Twitter) el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, pocos minutos después de la votación, añadiendo que “Suecia está dispuesta a asumir sus responsabilidades en materia de seguridad euroatlántica”.

Suecia, que anunció su candidatura al mismo tiempo que Finlandia tras la ofensiva rusa en Ucrania, se convertirá en el miembro número 32 de la OTAN y pondrá fin a más de 200 años de no alineación militar.

AFP

La candidatura de Estocolmo fue aprobada por una abrumadora mayoría de los diputados húngaros (188 de 199), eliminando así el último obstáculo a la adhesión.

Esto hará que la Alianza Atlántica sea “más fuerte”, afirmó el lunes el secretario general Jens Stoltenberg.

Palabras de las que se hizo eco el canciller alemán Olaf Scholz, subrayando que esta decisión “fortalece nuestra alianza de defensa y con ella la seguridad de Europa y del mundo”.

“Saludamos la votación de hoy del Parlamento húngaro”, comentó más sobriamente el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller.

La espera habrá sido larga y el camino hacia Estocolmo caótico: a las negociaciones con Turquía, concluidas con un voto positivo en enero, se sumó la dilación del líder nacionalista húngaro Viktor Orban, el último que se resistió.

En las calles de la capital sueca la noticia fue recibida positivamente.

“Me siento muy aliviada porque llevamos tanto tiempo esperando (la entrada de Suecia en la OTAN)”, dijo a la AFP Ingrid Lindskog, una jubilada de 73 años.

¿Cuál será la reacción de los rusos? “Lo único que podemos esperar con certeza es que no les guste que Suecia sea miembro de la OTAN, ni que Finlandia sea miembro de la OTAN”, señaló el Primer Ministro sueco en una conferencia de prensa.

“Instrumento de Adhesión”

En la apertura de la sesión parlamentaria, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, saludó la reciente visita de su homólogo sueco, un paso esencial para construir “una relación justa y respetuosa entre los dos países”, más allá de las “diferencias de opiniones”.

“La entrada de Suecia en la OTAN fortalecerá la seguridad de Hungría”, añadió.

Ciertamente, Orban había dado su acuerdo de principio hace mucho tiempo, pero antes de completar el proceso, exigió “respeto” a Estocolmo, después de años de “denigración” de sus políticas.

Para sellar esta nueva cooperación, Hungría anunció el viernes la compra de cuatro aviones de combate a Suecia para reforzar su actual flota de 14 aviones Gripen.

El protocolo de adhesión de Suecia, que requiere la unanimidad de los miembros de la Alianza Atlántica, está en marcha desde mayo de 2022.

La ley aún debe ser promulgada por el presidente húngaro en los próximos días.

Suecia podrá entonces depositar su “instrumento de adhesión” en Washington, de conformidad con el tratado de la OTAN, para convertirse en el 32º miembro.

En el caso de Finlandia, por ejemplo, Helsinki aplazó cinco días después de la votación de Turquía, el último país que dio luz verde.

“La última pieza del rompecabezas”

Suecia rompió así con su política de neutralidad adoptada tras el final de las guerras napoleónicas en el siglo XIX y luego de no alineamiento militar desde el final de la Guerra Fría.

Esta membresía “es inútil en algunos aspectos, no sé cuál es el precio. Estaremos en contacto con otros países que quizás no comparten los mismos valores que nosotros”, respondió a la AFP Otto Perrin, ingeniero de sonido de 27 años.

La adhesión de Suecia – después de Finlandia – a la OTAN también significa que el Mar Báltico está ahora rodeado por países miembros de la Alianza, algo que algunos analistas llaman “lago de la OTAN”.

“Esta es la última pieza del rompecabezas del mapa de la OTAN en el norte de Europa que está encajando”, explica Robert Dalsjö, analista de la Agencia Sueca de Investigación de Defensa (FOI).

La adhesión de Suecia a la OTAN estuvo acompañada de un claro endurecimiento de la retórica de sus líderes: el comandante en jefe de las fuerzas armadas suecas, Micael Biden, declaró en enero que sus compatriotas “deben prepararse mentalmente para la guerra”.

A partir de ahora, “los países nórdicos tendrán una defensa común por primera vez en 500 años (…), seguimos siendo amigos y nos convertimos en aliados”, saludó Ulf Kristersson en una rueda de prensa.

Además de su candidatura a la OTAN, Suecia firmó a principios de diciembre un acuerdo que autoriza a Estados Unidos a tener acceso a 17 bases militares en su territorio.