seguir con Aston Martin o buscar el Mundial en el asiento que Hamilton deja en Mercedes

El fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari, aunque vaya a concretarse en 2025, ha sido el bombazo del año en la Fórmula 1 y ha generado un terremoto cuyo efecto dominó es impredecible. Era un movimiento que nada ni nadie presagiaba, sorprendente y atrevido, que pone patas arriba la parrilla del mundial. ¿Dónde acabará Carlos Sainz? ¿Qué pasará con Charles Leclerc y su competencia interna con el siete veces campeón del mundo si no pueden convivir?

Sea como sea, con este movimiento, quedará uno de los asientos más cotizados del paddock libre y sin dueño, con todo lo que ello conlleva. Desde Mercedes insisten en que George Russell está más que capacitado para ser su primer piloto y buscan tranquilizar el oleaje, pero los rumores, cábalas y predicciones han sido inevitables y el baile de nombres ha comenzado: Carlos Sainz, ‘Checo’ Pérez, Esteban Ocon…

Sin embargo, el nombre que más ha sonado desde que se produjo el anuncio ha sido el de Fernando Alonso, que visto desde fuera se enfrenta en este nuevo panorama a una de las decisiones más complicadas de su dilatada e ilustre carrera. ¿Debería abandonar el proyecto de Aston Martin para enrolarse en Mercedes? Una duda cuya respuesta sólo conoce él, y que resulta enormemente complicado responder incluso analizando sus pros y contras por la cantidad de factores a tener en cuenta.

Desde luego, a falta de conocer el rendimiento del AMR24 y sus futuros sucesores, el de Mercedes podría parecer el movimiento más inteligente si la intención de Alonso sigue siendo, como todos saben, pelear por el tercer Mundial. Incluso si tuviese que conformarse con obtener únicamente la ansiada ’33’, ese podría parecer el destino propicio si nada cambia: el segundo mejor equipo de la parrilla, y según la época, el primero.

La comparativa: Aston Martin o Mercedes

Con razón Antonio Lobato, uno de los profesionales con mejor relación y más conocimiento sobre Fernando, aseguró este jueves en ‘El Partidazo’ de la Cadena COPE que el piloto asturiano como mínimo “estará obligado a hablar con Mercedes” más allá de su compromiso con Aston Martin, que dicho sea de paso es excelente en estos momentos. Por suerte, el movimiento sólo se haría efectivo en 2025, por lo que el vínculo y la armonía entre ambas partes para 2024 será total y absoluta.

Siempre lo ha sido desde que Alonso firmó por la escudería verde en 2023. Él ofreció al equipo todo su talento y como resultado llegaron los mejores resultados de su historia aunque se escapase la victoria, y ellos le otorgaron más de una década después un monoplaza competitivo para disfrutar y dar la cara en la zona noble del podio, como se merecía. Un tándem repleto de ilusión, reflejada en el compromiso de cada ingeniero y cada mecánico para forjar una alianza idílica. 

En Aston Martin, Fernando Alonso por fin ha encontrado la felicidad, y el mejor regalo de vuelta sería su fidelidad. Es el líder indiscutible del proyecto, un ‘padre’ en todos los sentidos para una escudería todavía en crecimiento, y además tiene ante sí un reto quizá más apasionante y exigente del que encontraría en una escudería múltiples veces campeona del mundo de pilotos y constructores. Sería la opción más romántica.

En 2024, además, Aston Martin estrenará nueva fábrica y nuevo túnel de viento propio, por lo que dejarán de usar prestado el de Mercedes y lograrán por fin las herramientas adecuadas para dar el golpe definitivo sobre la mesa. “Dependerá mucho de cómo funcione el Aston Martin este año“, anticipó Lobato, dando la clave para entender el proceso que puede llevar a Fernando a tomar la decisión.

Los motivos de Fernando

“Aunque ahora antepone a Aston Martin, si ve que el proyecto le puede dar un título a corto plazo, no es descartable“, añadió el periodista, dejando clara la prioridad de Alonso: ganar. Y, para eso, no hay más remedio que reconocer que Mercedes es una realidad consolidada, y Aston Martin un proyecto prometedor… que puede quedarse simplemente en eso. El ovetense, además, tiene ya 42 años, por lo que la elección debe ser lo más minuciosa posible, más que nunca en su carrera.

Debe serlo también porque este año acaba contrato con Aston Martin. Eso le permitirá negociar sin remordimientos, con tiempo para avisar a los de Silverstone para encontrarle el remplazo más apto posible y para planificar su hoja de ruta sin prisas y con garantías haga lo que haga. El retiro definitivo está cada vez más cerca y no hay espacio para dar más pasos en falso, aunque él ya avisó de que se ve corriendo como mínimo hasta 2026, cuando entre el nuevo reglamento de la FIA. Podría ser incluso más si Aston Martin o Mercedes le dan un buen coche.

Desde luego, lo que tiene claro Lobato es que “a partir de ahora, a Lawrence Stroll le va a costar más dinero renovar a Fernando”. No será el dinero de todos modos la motivación principal de Alonso, independientemente, a la hora de escoger si es que la oportunidad, más allá de la especulación, se acaba presentando. Lo hará, con toda probabilidad, porque no deja de ser uno de los tres pilotos más talentosos de la parrilla con mucha diferencia.

Todos ellos son factores que influirán, definitivamente, en su toma de decisiones, aunque simplificando el asunto existe una realidad que no va a cambiar a corto plazo y que resulta indiscutible. Aston Martin, haga lo que haga y logre lo que logre, incluso cuando Honda pase a ser su suministrador de motores y unidades de potencia, no dejará de ser un equipo cliente en los próximos años, y lo será precisamente de Mercedes, que por lo tanto le mantendrá siempre algo de ventaja.

No será, por tanto, una elección sencilla, como ninguna de las que ha tomado Fernando a lo largo de su carrera. Siempre le perseguirá la fama de ‘gafe’, de no saber elegir su destino, de tener la mala suerte siempre en su contra. No es para menos, porque pese a ser el mejor piloto de los últimos 20 años, ni Ferrari ni McLaren ni Alpine han sido los mejores coches por los que apostar, por un motivo o por otro.

Mención aparte merece su relación con McLaren, especialmente en este caso por su pasado en común con Mercedes. En aquel año 2007 con la dupla Alonso-Hamilton, McLaren y la marca alemana seguían yendo de la mano en la Fórmula 1, y todos sabemos cómo acabó aquel ‘rosario de la aurora’. Sin embargo, Mercedes no tenía prácticamente voz ni voto en aquella situación, solo era suministrador, y esa relación acabó hace ya más de una década. Por suerte, Mercedes no sería McLaren.

Los motivos de Mercedes

Le ofrece Mercedes, por lo tanto, la oportunidad de resarcirse por aquel año fatídico y hacerlo además en el mismo asiento que ahora deja libre Hamilton. La historia se escribe sola, porque la despechada Mercedes pondría al servicio del archienemigo del británico todas las herramientas para vencerle en otra escudería, Ferrari, en la que siguen amando a Fernando y lamentando no haberle dado lo que necesitaba para ganar uno o dos mundiales de rojo. El mundo al revés.

En ese cónclave vengativo, siempre desde la más absoluta deportividad, podría jugar un papel fundamental Toto Wolff. El mánager de Mercedes está muy dolido por la salida de Hamilton, por las formas y los tiempos, pero más allá de eso es un hombre de negocios con ganas de reivindicarse y de volver a competir y a ganar después de la humillación de 2021 y de la afrenta actual de Lewis. 

Tiene una reputación que mantener, un ego desmesurado que satisfacer después de años aguantando el dominio de Red Bull y Max Verstappen, y solo hay un nombre disponible con el prestigio, el respeto y la calidad suficientes que podría contrarrestar el impacto del fichaje de Hamilton por Ferrari. Ese no es otro que Fernando Alonso, con quien nunca ha trabajado y de quien ha dicho en más de una ocasión que conforma su top 3 histórico junto a Michael Schumacher y el propio Hamilton.

Para acabar, a Fernando no le desagradaría la idea de trabajar con Russell codo con codo. Como se ha visto en el pasado, compartiendo incluso la entrada del año nuevo juntos, son grandes amigos fuera de la pista y dentro de ella formarían una dupla casi invencible, superior incluso a la de Leclerc y Hamilton. Y eso, a su vez, nos permitiría a aficionados y periodistas disfrutar de unos mundiales al rojo vivo, con Verstappen en Red Bull, Alonso en Mercedes y Hamilton en Ferrari dejándose todo lo que tienen sobre el asfalto. ¿Qué hará Fernando?