Rusia: un influyente bloguero ruso acusado de “extremismo”

El influyente bloguero nacionalista ruso y excomandante separatista en Ucrania Igor Girkin fue detenido este viernes en Moscú por un caso de “extremismo” por el que se enfrenta a cinco años de prisión, tras haber criticado durante mucho tiempo al mando del ejército ruso.

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Desde el comienzo de la ofensiva rusa en Ucrania, el Sr. Girkin, más conocido por el seudónimo de Igor Strelkov, denunció regularmente las deficiencias del estado mayor ruso en su cuenta de Telegram, seguida por más de 875.000 suscriptores.

Uno de sus últimos mensajes, publicado el martes, parecía atacar con virulencia, sin nombrarlo, al presidente Vladimir Putin. Aseguró allí que un “mal” había gobernado el país durante 23 años y que Rusia no soportaría “seis años más de este cobarde en el poder”.

Tras ser detenido por las fuerzas de seguridad por la mañana, Igor Girkin fue puesto en prisión preventiva durante dos meses renovables por un tribunal de Moscú al final de la tarde. Se le acusa de haber lanzado en Internet “convocatorias públicas para realizar actividades extremistas”, delito punible con cinco años de prisión.

Apareció en la jaula de cristal reservada para los detenidos judiciales, inmóvil y con los brazos cruzados durante largos minutos, señalaron periodistas de la AFP. Afuera, unas pocas docenas de manifestantes se reunieron para apoyarlo, al menos uno de los cuales fue arrestado.

Su abogado, Alexandre Molokhov, indicó que su defendido pretendía apelar su detención, denunciando una sentencia “injustificada”, dictada con premura y que no dejó hablar a la defensa.

Según Molokhov, la justicia acusa a Girkin de dos publicaciones en las redes sociales en mayo: una sobre Crimea, la península ucraniana anexada en 2014 por Moscú, la otra sobre el abastecimiento del ejército.

Un mensaje publicado la tarde del viernes en su cuenta oficial de Telegram, especifica que fue detenido en su domicilio de Moscú.

Condenado en Holanda

Desde la rebelión abortada de otro crítico virulento del estado mayor ruso, el líder del grupo wagneriano Evguéni Prigojine, los expertos evocan regularmente posibles purgas dentro del ejército y la represión de las últimas voces críticas, en particular de los blogueros militares o nacionalistas que se han convertido en los pocos en Rusia capaces de atacar a las autoridades.

En Telegram, la politóloga Tatiana Stanovaya dijo el viernes que Girkin había cruzado “hace mucho tiempo” “todas las líneas rojas posibles” en sus críticas al Kremlin y al ejército.

“Su arresto, por supuesto, es de interés para el Ministerio de Defensa ruso. Esta es una de las consecuencias del motín de Prigozhin: el ejército tuvo más oportunidades de reprimir a sus adversarios en el espacio público”, dijo.

Igor Girkin, de 52 años, se hizo un nombre en la primavera de 2014 al convertirse en el líder militar más amigable con los medios y uno de los más influyentes de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.

Excoronel del FSB, los servicios de inteligencia rusos, había organizado las primeras milicias armadas y gobernado con mano de hierro el bastión separatista de Sloviansk, ocupando entonces el cargo de Ministro de Defensa de la autoproclamada república de Donetsk.

En agosto de 2014 anunció su dimisión en condiciones misteriosas, antes de regresar a Rusia donde había perdido toda influencia hasta la ofensiva rusa sobre Ucrania, que le permitió volver a la gracia.

En Telegram, criticó duramente la forma en que se llevaron a cabo las operaciones de las tropas rusas y vaticinó la necesidad de una movilización general, a lo que Moscú se niega, bajo pena de “derrota” rusa.

Sin embargo, se mantuvo alejado del motín del Grupo Wagner, condenándolo y criticando a los servicios de seguridad rusos por no haberlo previsto.

A mediados de noviembre de 2022, los tribunales holandeses lo condenaron en rebeldía a cadena perpetua por asesinato y por haber desempeñado un papel en la destrucción, sobre el este de Ucrania, del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en 2014, en el que murieron 298 personas.