Real Madrid – Valencia Basket, en directo: última hora de la Copa del Rey de baloncesto

El Real Madrid está un año más en semifinales de la Copa del Rey de baloncesto. Esta vez, sin embargo, estuvo muy cerca de no contarlo, porque un partido que dominaba plácidamente se convirtió en un infierno naranja cuyas llamas casi consumen a los merengues. Únicamente el acierto desde el tiro libre les permitió sobrevivir (86-85) ante el Valencia, que además falló hasta tres tiros en su última posesión y quedó a las puertas de culminar una de las ‘campanadas’ del torneo.

El partido comenzó equilibrado, pero muy pronto el Madrid cogió las riendas del encuentro y encadenó varias canastas sucesivas, algunas de tres, gracias a Musa, Llull (que se fue lesionado) y un Tavares imperial como siempre. Esos serían los últimos triples del Madrid hasta bien entrado el último cuarto, una circunstancia que jugaría en su contra el resto del encuentro.

El Valencia seguía al Madrid en intensidad, pero no en acierto, aunque les acabó superando en ambos aspectos. Pradilla y Shannon Evans se empeñaban en buscar tiros de tres que no entraban, y los blancos dominaban el rebote tanto en defensa como en ataque. La diferencia llegó a ser de +11 para el Madrid, pero los ‘taronja’ la redujeron a ocho.

En el segundo cuarto, el Madrid empezó a ser menos efectivo frente al aro rival, y al Valencia le empezó a sonreír algo más la suerte. Fue el cubano Jasiel Rivero el que revolucionó al Valencia desde el banquillo, con dos 2+1 seguidos y otra falta de Poirier sobre él. Tanto cambió la imagen de los de Mumbrú, que Chus Mateo tuvo que pedir tiempo muerto para pedir a sus jugadores que le parasen como fuese.

La ventaja blanca fue oscilando entre los +16 que le fueron otorgando entre Hezonja y el ‘Chacho’ con grandes jugadas ofensivas, y los +7 con los que se fue al descanso el partido. El Madrid lo tenía dominado, pero después de dos triples consecutivos del Valencia Basket quedó todo abierto para los dos últimos periodos. Uno de ellos fue del ex madridista Prepelic, sobre la bocina y desde su campo, al más puro estilo Llull. Una maravilla de tiro que daba mucha vida a los suyos.

Mucha más vida de lo que podían llegar a pensar, porque la segunda parte al completo fue totalmente naranja. El Real Madrid fue dominado por el Valencia, aunque supo sacar su gen más competitivo para ir sobreviviendo al asedio de los de Mumbrú. Jones (20pts.), Harper (16pts.) y Alexander (8pts.) empezaron a ser más incisivos en sus penetraciones, mientras Gabi Deck (19pts. y 9reb.) y Tavares (11pts. y 8reb.) intentaban mantener al conjunto merengue consciente y metido en el partido.

Lo lograron durante buena parte del tercer cuarto, pero el acierto anotador desde el perímetro de sus rivales fue ‘in crescendo’ hasta situarles solo a cinco puntos de ellos. El Valencia promedió un 32% de acierto en el triple pese a su mal inicio de partido, mientras el Madrid apenas transformó 5 triples de 27 intentos. 

Fueron los rebotes ofensivos, y sobre todo los tiros libres otorgados por el excesivo celo defensivo del Valencia, lo que mantuvo las constantes vitales del Madrid a flote. La diferencia en faltas y libres lanzados habla por sí sola (15 faltas blancas por 24 faltas naranjas; 37 tiros libres del Madrid por 17 del Valencia) y demuestra que en el baloncesto, cada detalle y cada punto suman y suponen un mundo.

Poco le importaba en ese momento al Valencia cometer faltas, porque sus jugadores atacaban enajenados el aro madridista. Harper y Jones, escoltados por Shannon Evans y por Alexander, cosieron a puntos al Madrid desde la línea de tres, con cuatro tiros exteriores seguidos transformados que dieron la vuelta a la tortilla a menos de cinco minutos para el final. Solo Deck y Hezonja (16pts.) sacaron las caras por los suyos.

El aluvión ofensivo valencianista comenzó a volverse precipitado, alocado, y el partido se rompió por completo, con dos antideportivas de por medio. Con el trabajo casi hecho, el Valencia perdió resuello y cedió ese punto mínimo que le condenó en su último ataque. Con 26.3 por jugarse, los mejores hombres de Valencia tuvieron hasta tres oportunidades de tiro, pero fallaron cuando menos debían hacerlo y murieron en la orilla.

El Real Madrid no solo sale vivo en Copa de este partido. Sale también reforzado, porque una sufrida victoria como esta, en un torneo corto, sube la moral de cualquier grupo por las nubes. Ya esperan al Barça en semifinales, aunque los de Jasikevicius deberán dar cuenta primero de Unicaja Málaga, un hueso duro de roer.