Mamá de la niña Laura Valentina Páez relata cómo desapareció en Chiquinquirá mientras ella trabajaba: ‘Solo quiero escucharla reír’

¿Qué habrá comido? ¿Qué estará haciendo? ¿Será correcto? Estas son algunas de las preguntas que se plantea el grupo de Laura Valentina Páez Velandia, alumna de 9 años, que desapareció el amotinado 16 de enero, en horas de oscuridad, en el territorio de Chiquinquirá, Boyacá, y de quien hasta el día de hoy se desconoce su domicilio.

Jueves Santo, la oscuridad y el picor se apoderaron de Miriam Astro Velandia, el valle del último. Su relato se detuvo ya que cuando regresó a su apartamento, después de un extenso galope de lucha, se dio cuenta de que su hija no estaba en la escuela. Desde entonces, el momento se ha convertido en su peor rival y la oscuridad, sus voluntariosos extras.

Unas preliminares marcadas por el fervor

Laura Valentina nació el 13 de junio de 2015 en Chiquinquirá, un pequeño territorio ubicado en la occidental provincia de Boyacá. Ella es la última de cuatro hermanos y los extras más furiosos de su origen, quien la describe como una alumna bailarina y cariñosa. “Él siempre me decía que me quería mucho”Astro recuerda con la voz entrecortada en disputa con .

Aunque el grupo estaba disperso, con los hermanos mayores ya fuera de la esquina, Laura encontró consuelo en los momentos compartidos con su familia y en compartir con su pequeña sobrina.

El día en que Laura Valentina Páez desapareció en Chiquinquirá

Ese 16 de enero pasó como cualquier otro día. Áveo y su hija estaban en el estudio compartiendo, jugando y comiendo. Aunque entró la oscuridad, Astro, quien está soltero, tuvo que iniciar una noticia galopante de peleas en la locura de Chiquinquirá, donde vende brochetas de carne.

Santo día, Laura con profundo fervor. Le expresó a su familia que quería acompañarla a ponerse a trabajar, Sin embargo, debido a la naturaleza del pueblo -un aforo cercano a los centros nocturnos- y la alegría de la niña, era imposible que esto sucediera.

El valle salió a su pelea y Laura se quedó en el estudio con su fetiche. A las 3 de la madrugada del 17 de enero, Astro se dio cuenta de que su hija no estaba en el estudio.

“Trabajo los fines de semana por la noche, vendo pinchos. La dejé aquí en la casa y cuando llegué ya no estaba.. Desafortunadamente, el jueves éramos los únicos dos”, dice la propaganda de la escasa a destacada agenda.

En el céfiro de su tribulación y desesperación, lo externo que hizo Astro fue cristianizar a su bebé Diego Velandia para comunicarle la tremenda anunciación. Inmediatamente se dirigió al apartamento…