Los residentes de Parc-Ex piden más viviendas sociales

Los residentes de Montreal Parc-Extension se manifiestan contra la gentrificación del barrio.

Exigen viviendas sociales, días antes de que Quebec presente su actualización económica.

“Queríamos denunciar la crisis de vivienda hoy aquí”, dijo Amy Darwish, organizadora comunitaria de un grupo de vivienda Parc-Extension. “Creemos que las consecuencias son aterradoras”.

Los residentes quieren que 700 Jarry se convierta en una cooperativa para ayudar con la crisis de vivienda.

“(Es) uno de los muchos sitios del vecindario que han estado vacíos por falta de financiación”, dijo Darwish. “Estamos aquí para exigir que el gobierno de Quebec invierta inmediatamente en viviendas sociales y que lo haga lo antes posible”.

Para atender a todos los hogares de bajos ingresos en el gran Montreal se necesitarían alrededor de 266.000 nuevas unidades de vivienda subsidiadas, según un informe de McKinsey para Centraide publicado en mayo. El área metropolitana de Montreal ha añadido alrededor de 1.400 viviendas sociales al año desde 1995.

Los defensores dicen que la brecha y la gentrificación se están sintiendo profundamente en barrios de bajos ingresos como el Parc-Extension de Montreal.

“Aquí hay recursos y redes que ayudan a la gente a sobrevivir y… no es fácil encontrarlos en otros barrios”, dijo Darwish. “No se pueden replicar fácilmente. Muy a menudo lo que estamos viendo es que cuando las personas son expulsadas, terminan siendo aisladas de sus redes de apoyo. Terminan aislados de sus amigos. Terminan sin recursos.

“Y lo que significa es que la gente acaba viviendo en situaciones cada vez más aisladas y frágiles”.

Esas situaciones difíciles pueden tener un impacto negativo en los niños, según un organizador comunitario de FRAPRU.

“Sabemos con certeza que los niños de aquellas familias que luchan por pagar el alquiler enfrentan un problema en su desarrollo. Así que creo que es realmente importante actuar en consecuencia”, afirmó Carl Lafreniere.

Salam Hashmi, residente de Parc-Ex durante los últimos 17 años, dice que ha visto cómo los alquileres se duplicaban e incluso triplicaban, a veces con efectos devastadores.

“Hace poco, este verano, otro amigo mío que ha estado viviendo aquí quizás incluso más que yo (25 años en el vecindario) fue expulsado”, dijo Hashmi. “Un día me llamó y me dijo: ‘No tengo hogar. Estoy en la calle. Tengo mis cosas en la calle.’ Estaba literalmente en la calle y no tenía adónde ir”.

Darwish cree que la financiación debe destinarse a viviendas sociales.

“Veo que la vivienda asequible a menudo se disfraza de vivienda social y se hace pasar por una solución, pero en realidad no lo es”, dijo. “No se calcula como un porcentaje de los ingresos de los inquilinos, sino del tipo de mercado. Y en la mayoría de los casos, resulta demasiado caro para la gran mayoría de los inquilinos de Parc Ex que luchan por encontrar un lugar donde vivir y se ven obligados a abandonar el barrio.

“Por eso creemos que la financiación debe destinarse específicamente a viviendas sociales y comunitarias si realmente se quiere permitir a la gente vivir en condiciones dignas aquí en el barrio”.