Los habitantes de Montreal se enfrentan a renovaciones en medio de la tasa de desocupación más baja registrada

Patricia Higgins vive en un edificio de apartamentos en Pointe-aux-Trembles de Montreal desde hace casi 50 años.

Ahora se encuentra entre los que se enfrentan a renovaciones y se les ha dicho que se vayan para que los propietarios puedan renovar3.

“Desarraigo de mi casa, desarraigado de mi barrio, desarraigado de mis vecinos y amigos que he hecho aquí”, dijo.

Le está sucediendo a ella y a otras personas cuando los precios de alquiler en Canadá se dispararon el año pasado, lo que llevó a la tasa de desocupación nacional más baja registrada por la Canada Mortgage and Housing Corp.

“He estado buscando otros apartamentos, son más caros”, dijo. “Fui a ver una residencia para personas mayores, pero son muy pequeñas”, y añade que no está mentalmente preparada para vivir en una residencia para personas mayores.

Ella dice que todo el mundo se ha puesto manos a la obra para tratar de encontrarle un nuevo lugar, haciendo correr la voz en el centro comunitario y sus actividades recreativas.

“Conduciendo por el barrio. la gente me cuenta lo que vieron en la carretera en coche, a pie”, dijo. “Fui a todos estos lugares, fui a la mayoría de las residencias de por aquí, puse mi nombre en todos lados y me dicen que estaban llenos con una lista de espera de dos a cinco años”.

Para el grupo de derechos de vivienda FRAPRU, la crisis ha sido peor en los últimos años.

“En Montreal, donde la tasa de desocupación ha seguido bajando, pero también en todas las regiones de Quebec, la tasa de desocupación es inferior al uno por ciento”, afirmó Catherine Lussier de FRAPRU. “Se supone que el equilibrio es del tres por ciento, por lo que estamos muy cerca de no tener nada realmente disponible y el alquiler se ha disparado”.

Después de semanas de búsqueda, Higgins encontró otro complejo cercano para vivir que tenía apartamentos reservados para casos extremos como desalojos.

“Ahora que tengo un nuevo hogar, me siento mejor”, dijo. “Físicamente, mi presión arterial alta subió, no comí durante dos días”.

Se mudará el 1 de abril, tres meses antes de la fecha límite del 30 de junio para beneficiarse de una mayor compensación por parte de los propietarios.

“En este momento pago $600 al mes, lo cual es poco, pero he estado aquí durante mucho tiempo”, dijo Higgins. “En el nuevo lugar serán $1000 pero el servicio está incluido, así que la cantidad que me den compensará esa diferencia por unos años, pero no sé qué haré después de ese momento”.

FRAPRU pide a la provincia que construya 50.000 viviendas sociales para ayudar a contrarrestar el problema.

“Todo esto es responsabilidad del gobierno de Quebec y no han hecho nada para cambiarlo realmente”, afirmó Lussier. “Por eso esperamos que en el próximo presupuesto se invierta al menos lo necesario para construir suficientes viviendas sociales para satisfacer las necesidades de los inquilinos”.

Mientras tanto, Higgins dice que los inquilinos deben tener cuidado.

“Le podría pasar a cualquiera, es un shock total para mí y hay que poder defenderse, buscar recursos”, dijo.

Higgins, una voluntaria, dice que sus colegas del centro local para mujeres, Centre des femmes de Montréal-Est/Pointe-aux-Tremble y el comité de vivienda local InfoLogis la han ayudado a mantener una actitud positiva.

“Tengo que pensar que este nuevo lugar será un cambio para mí, impuesto”, dijo. “Pero tengo que mirar hacia adelante, de lo contrario no lo lograré”.