Lluvias torrenciales en México: 47 muertos, los rescatistas intentan reabrir carreteras

La cifra de muertos por las lluvias torrenciales en el este y centro de México aumentó a 47 muertes el domingo, según el gobierno federal, mientras los rescatistas civiles y militares luchaban por reabrir las carreteras para llegar a pueblos aislados.

Es de lamentar tres muertes más respecto a la cifra anterior que era de 44 fallecidos, siendo los estados con más muertes y daños materiales los de Hidalgo, Puebla y Veracruz, informó la Secretaría de Seguridad en un comunicado de prensa.

Otras 39 personas están desaparecidas, pero las autoridades locales creen que algunos casos pueden estar relacionados con el colapso de la red de telecomunicaciones en aldeas de zonas remotas.

Puentes aéreos

“Muchas carreteras aún no son transitables, algunas localidades siguen siendo inaccesibles. Hoy se han colocado puentes aéreos para transportar alimentos y agua potable”, dijo por la tarde la presidenta Claudia Sheinbaum a los periodistas en Poza Rica, en el norte del estado de Veracruz.

La Sra. Sheinbaum viajó en helicóptero militar a tres comunidades afectadas, donde contactó a los residentes para que brindaran asistencia financiera.

Estas regiones atravesadas por la Sierra Madre Oriental, una cadena montañosa que corre paralela a la costa del Golfo de México, han sufrido una tormenta tropical que ha desatado intensas lluvias desde el jueves.

Esto ha provocado el desbordamiento de ríos, la inundación de pueblos enteros, deslizamientos de tierra, el colapso de carreteras y puentes y cortes de energía y telecomunicaciones.

La nubosidad finalmente se despejó el domingo, lo que permitió intensificar los esfuerzos para tratar de reabrir las carreteras de montaña y permitir el acceso a decenas de pequeñas ciudades.

Los empleados del grupo público de energía lograron restablecer el suministro eléctrico, lo que debería contribuir a mejorar las comunicaciones telefónicas.

La AFP visitó zonas del municipio de Tenango de Doria, en el estado de Hidalgo, a las puertas de pueblos de montaña que se han vuelto inaccesibles.

Muchos residentes caminan kilómetros en ambas direcciones, algunos van a las aldeas para ver cómo están sus seres queridos, otros bajan para conseguir alimentos y medicinas.

“Nos fuimos por motivos de salud y porque no hay alimentos, o porque (los comerciantes) se aprovechan de la situación para aumentar los precios”, dijo a la AFP Giovani, un residente de la región de 28 años que prefirió mantener el anonimato.