La Casa Blanca critica a los legisladores por instar a las farmacias a no proporcionar píldoras abortivas

La Casa Blanca denunció el viernes a los funcionarios electos por presionar a las farmacias para que no distribuyan píldoras abortivas, luego de la decisión de Walgreens de no venderlas en varios estados donde siguen siendo legales.

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“El hecho de que los funcionarios electos estén apuntando a las farmacias y su capacidad para brindar a las mujeres acceso a medicamentos seguros, efectivos y aprobados (agencia de medicamentos) es peligroso y simplemente inaceptable”, dijo la portavoz del ejecutivo estadounidense Karine Jean-Pierre durante una conferencia de prensa.

Se refería a una carta del 1 de febrero firmada conjuntamente por los fiscales generales de 20 estados a Walgreens y CVS advirtiendo a los grupos de posibles acciones legales si enviaban por correo mifepristona, una de las dos píldoras que se usan para interrumpir el embarazo.

Walgreens, una de las cadenas de farmacias más grandes del país, confirmó a la AFP que respondieron a los fiscales generales diciendo que “no tienen intención de distribuir mifepristona en sus respectivos estados”.

La batalla por esta droga se encendió después de la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de criticar el derecho al aborto en junio pasado.

Desde entonces, quince estados han prohibido los abortos en su territorio y las píldoras abortivas son ilegales allí.

El aborto sigue siendo legal en varios estados donde Walgreens planea no distribuir la píldora abortiva, como Montana, Iowa, Kansas o Alaska.

Wagreens destaca que todavía tiene la intención de certificarse para poder distribuir la píldora abortiva, tal como lo autorizó la Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA) desde enero.

Pero una vez obtenida la certificación necesaria, sus farmacias venderán el fármaco “solo en jurisdicciones donde sea legal y operativamente factible”, añadió un portavoz del grupo sin dar más detalles.

Antes del covid-19, la píldora solo se podía entregar en persona en lugares muy específicos, incluidas las clínicas que realizan abortos.

Con la pandemia, la FDA aceptó que se pudiera enviar por correo, incluso tras una consulta de telemedicina, y decidió en enero que cualquier farmacia certificada podía comercializarlo.