En la ciudad rusa de Rostov, Wagner despliega tanques y sus rebeldes armados

El aullido de las sirenas de las ambulancias y de los vehículos policiales desgarra el aire este sábado en Rostov del Don, ubicación estratégica del comando ruso para sus operaciones en Ucrania, donde el grupo paramilitar Wagner asegura haber tomado el control de sitios clave.

En una intersección importante en el centro de la ciudad, se ve un vehículo blindado equipado con una ametralladora y una docena de hombres vestidos de uniforme con brazaletes plateados, informaron reporteros en la ciudad.

Los vehículos blindados de transporte de personal y los tanques están estacionados en otras partes del centro de la ciudad, incluso afuera de una tienda de juguetes y un circo, según las mismas fuentes.

Los transeúntes se detienen para ver pasar los vehículos militares, incluidos los camiones de transporte, y otros hombres armados, también con brazaletes plateados, en reposo.

El líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, afirmó que sus tropas tomaron el control del principal centro de mando militar de Rusia para las operaciones ucranianas, así como una base aérea en la ciudad, y prometió derrocar a los principales líderes militares de Moscú.

Yevgeny Prigojine también afirmó estar a la cabeza de 25.000 combatientes.

Una ciudad portuaria a poco más de 100 kilómetros de la frontera con Ucrania, Rostov fue fundada en el siglo XVIII y es la sede del comando militar del sur de Rusia.

A diferencia de otras grandes ciudades rusas más alejadas del frente, Rostov, que cuenta con poco más de un millón de habitantes, ha sufrido las repercusiones del conflicto en la vecina Ucrania.

Una persona murió el pasado mes de marzo en el incendio de un edificio del FSB -el servicio de inteligencia ruso responsable de la seguridad interna- en Rostov.

La región también ha sido blanco en los últimos meses de varios ataques con drones.

El gobernador regional, Vasily Golubev, pidió a los residentes que no abandonen sus hogares a menos que sea absolutamente necesario, y enfatizó que se cancelaron todas las reuniones masivas planificadas en la ciudad.

También pidió a la gente que no use la autopista M4, la carretera principal que une Moscú con el sur de Rusia, porque se han cerrado tramos y se han formado grandes filas de automóviles a lo largo de ella.

El transporte público municipal sigue funcionando, pero se cambiaron las rutas para evitar el centro de la ciudad, agregó Golubev.

“La situación que se ha presentado requiere la máxima concentración de esfuerzos para mantener el orden”, dijo en las redes sociales. “La policía está haciendo todo lo necesario para mantener seguras a las personas en nuestra área”.