El terrorismo sigue creciendo, dice jefe de la ONU

A pesar de los esfuerzos, “el terrorismo y el extremismo violento siguen creciendo”, dijo el lunes el secretario general de la ONU, y pidió que se tomen medidas para abordar sus “causas fundamentales”, como la pobreza y las violaciones de los derechos humanos.

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“A pesar del claro progreso que hemos logrado a lo largo de los años, el terrorismo y el extremismo violento siguen enraizándose y creciendo”, dijo Antonio Guterres en una conferencia sobre el tema, llamando a “hacer un frente común frente a esta amenaza global”.

“Grupos afiliados a Al-Qaeda y Daesh (grupo Estado Islámico) en África están ganando terreno rápidamente en regiones como el Sahel y avanzando hacia el sur, hacia el Golfo de Guinea”, dijo, refiriéndose también al “legado brutal” del EI en Siria e Irak.

“En varios países, los movimientos neonazis y de supremacía blanca se están convirtiendo rápidamente en las principales amenazas para la seguridad interna”, dijo el Secretario General.

Tras subrayar que el terrorismo se alimenta de las múltiples crisis que enfrenta el mundo -crisis alimentaria y energética, el “infierno” del cambio climático, la propagación del odio en la red-, llamó a la “prevención”, “la más eficaz para contener esta amenaza”.

Pero “la labor de prevención no se limita a frustrar ataques o conspiraciones”, insistió ante los representantes de los organismos de lucha contra el terrorismo de los Estados miembros de la ONU reunidos hasta este martes en Nueva York.

“También se trata de abordar las causas fundamentales que pueden conducir al terrorismo, incluida la pobreza, la discriminación, la desilusión, las deficiencias institucionales y de infraestructura y las graves violaciones de los derechos humanos”.

También insistió en que la lucha contra el terrorismo sea parte del respeto a los derechos humanos. Incluso en términos de repatriación de yihadistas extranjeros y sus familias aún detenidos en campos desde la derrota del EI.

“Reitero mi llamado a todos los estados miembros para ayudar a acelerar la repatriación, que es una prioridad urgente”, dijo.

“Este es un asunto de decencia humana y compasión, y también un problema de seguridad. Debemos evitar que el legado de las batallas de ayer den lugar a los conflictos de mañana”.