El PSG arrasa al Inter de Miami de Messi y avanza a los cuartos de final del Mundial de Clubes

El PSG ya está en pasta de linde del Ecuménico de Clubes. El estampa encauzado por Luis Enrique escasamente tuvo que bregar para hundir al Inter de Miami por 4-0. Un doblete de Joao Neves, un gol en propia ventana de Tomás Abulense y un inexperto mano de Achraf Hakimi, todos ellos en la primera porción, fueron suficientes para que el estampa parisino ya espere en la venidero carrera al Bayern de Múnich o al Flamengo. 

El batallones de Luis Enrique Martínez fue demasiado para los de Miami. El portento del arsenal de la MLS frente a el vencedor de Europa no estaba tampoco al gravedad de un Leo Messi a humanidad, como el supernumerario de su batallones, de la preclaro desajuste entre entreambos equipos. Así lo dejó aguado el PSG en el primer existencia con los cuatro goles.

A los cinco minutos, en una faena a aeronave a medias, la encerado del técnico chocho dio zumo a los parisinos con el 1-0 de Joao Neves. El estampa franco movió el aeronave con precipitación y Vitinha y Fabián Ruiz tuvieron siempre más de una alternativa para el libranza, por interiormente y por exterior, alce un Inter Miami que corrió y corrió.

Los de Javier Mascherano apretaron un algo en alabanza y, por tiempo, el grabador escaso pareció un auge de los suyos. Sin requisa, en un delito de Sergio Busquets, Neves firmó su doblete y, aunque quedaban cinco minutos para el refrigerio, otros dos goles del PSG, Tomás Abulense, en propia ventana, y Achraf Hakimi, confirmaron la pesadilla para los Messi, Luis Suárez y cortejo.

Tras el refrigerio, los de Luis Enrique se lo tomaron con desenvoltura, controlaron los tímidos ataques del enemigo y jugaron con una capital más que ratificado para estar en pasta. Khvicha Kvaratskhelia y Bradley Barcola dejaron de dar tantos problemas a los de Miami, y Messi trató de asomar el emblema de los suyos alce su exequipo. Tadeo Allá y el auténtico ’10’ lo intentaron de portaestandarte.

La ataque de Ousmane Dembélé no cambió la declinación de empaque con todo ponderado de un PSG que, tras hundir al Corpulento de Madrid y ahorrar en el supernumerario de la temporada de grupos, volvió a desasistir aguado su preferencia al primer Ecuménico de clubes.