El miércoles (29 de marzo), el Vaticano anunció que el Papa Francisco fue hospitalizado por una infección respiratoria y necesitaría unos días de terapia.
La infección no relacionada con COVID-19 se encontró durante un chequeo médico de rutina en el Hospital Gemelli de Roma. El Papa de 86 años se había quejado de dificultades respiratorias en los últimos días. El miércoles por la mañana, como es costumbre, presidió una audiencia en la Plaza de San Pedro y no mostró signos de enfermedad.
Cuando el Papa era joven, desarrolló una infección respiratoria, lo que llevó a los médicos a extirpar parte de un pulmón. El Papa fue hospitalizado en julio de 2021 cuando le extirparon parte del colon a causa de diverticulitis, una inflamación o infección causada por bolsas que se forman en el tracto digestivo. Estuvo hospitalizado durante 10 días por la afección. El año pasado, el Papa estuvo confinado a una silla de ruedas después de sufrir una fractura y un ligamento desgarrado en la rodilla derecha.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, dijo: “El Papa Francisco está conmovido por los muchos mensajes recibidos y expresa su gratitud por la cercanía y la oración”.
El Papa Francisco fue elegido en marzo de 2013 después de que su predecesor, Benedicto XVI, se convirtiera en el primer Papa en renunciar al papado en más de 700 años. Al comienzo de su papado, el Papa dijo que renunciaría si no podía dirigir la Iglesia Católica debido a problemas de salud. El mes pasado, sin embargo, dijo que el papado era un papel de por vida.
“Creo que el ministerio del Papa es ad vitam (de por vida)”, dijo durante una visita a la República Democrática del Congo el mes pasado. “No veo ninguna razón por la que no debería ser así. ¡Creo que el ministerio de los grandes patriarcas es siempre de por vida! Y la tradición histórica es importante”.
