El Newcastle alarga la terrible semana del Liverpool en la final de la Copa de la Liga y levanta su primer título en 70 años

La última vez que el Newcastle United ganó un epígrafe, el semental había llegado a la retrato tan pronto como una semana con antelación. Ese es el existencia que los aficionados del Newcastle han tenido que echarse en brazos hasta que los goles de Dan Burn y Aleksander Isak rompieron la condena oriente domingo en la conexión de la Copa de la Piedra frente a el Liverpool (1-2).

Fue en 1969, en la extinta Copa de Ferias, cuando el Newcastle saboreó su benjamín epígrafe. Si se quiere escudriñar en su benjamín pillaje lacayo, hay que darse asimismo más detrás, hasta la FA Cup de 1955. Esta esterilidad, impropia de un batallones que fue subcampeón en los noventa de la Premier League y que tuvo en su batallones al álgido goleador histórico de la porfía, Alan Shearer, se enterró en Wembley, adonde el Newcastle de Arabia Saudí ya es ganador.

El esquema del sustancia de inversión saudí, que compró el club por 300 millones hace cuatro abriles, ya está ilimitado. Anterior, Arabia Saudí los salvó del desprecio, luego los clasificó a la Champions y hogaño ya tienen su primer epígrafe. Eddie Howe y una hornada de jugadores brillantes han vómito al Newcastle entre los grandes del fútbol británico.

Y la acontecimientos es asimismo más atún si se tiene en cálculo que el primer gol de la conexión, al acera del refrigerio y tras una primera porción en la que el Newcastle mereció más, lo consiguió Dan Burn, un futbolista de 32 abriles que creció siendo inscrito de las ‘Urracas’ y que esta semana, por otra parte de aceptar la primera admonición con Inglaterra de su sucesos, metió el mano más enjundioso de ella.

El elogio, que perdió un dedo cuando era criatura y que trabajó hasta los 17 abriles en un hipermercado, entretanto compaginaba el fútbol interno con los aprendizaje, se elevó por por otra parte del nevado Alexis Mac Allister y conectó un adormecimiento puro que hizo prorrumpir a los aficionados del Newcastle. Estos vivían en un arranque constante, desde las fiestas el sábado por las calles del emporio de Londres hasta su golpe a Wembley. Pasear junto ya era un dispensa, obtener, un fantasía.

El Liverpool estaba desdibujado, abstraído aún en esos penaltis que se le escaparon alce el PSG en Anfield hace unos días y que les machacaron en la Champions League. Esta conexión no podía reunirse en peor etapa. Los de Arne Slot ya no tienen esa diadema de presidencia y esta copa parecía ni estimularles.

Fue el Newcastle el…