El Gobierno de Legault fomenta la discriminación y la intolerancia

El CAQ, a través de la Ministra de Turismo, Caroline Proulx, canceló el mitin “Fe, fuego, libertad”, que se iba a realizar en el Centro de Convenciones de la Ciudad de Quebec. La iniciativa revivió de inmediato el debate sobre el aborto. Era un error. El tema trasciende en gran medida el ámbito del aborto.

Ley

La Carta de Derechos y Libertades establece muy claramente que “Toda persona tiene derecho a las libertades fundamentales como la libertad de conciencia, la libertad de religión, la libertad de opinión, la libertad de expresión, la libertad de reunión pacífica y la libertad de ‘asociación'”. Y dado que Quebec se rige por el estado de derecho, el gobierno está sujeto a la ley.

Pero, como una república bananera, el gobierno incumplió su deber de neutralidad y optó por la arbitrariedad. ¡Al violar varios derechos fundamentales, socavó los cimientos de la democracia y allanó el camino para el caos social!

Hasta nuevo aviso, es perfectamente legal ser pro-vida. Sin embargo, al expulsar a un grupo cuyos valores desaprueba, el gobierno le está indicando a la población que el destierro ideológico es totalmente aceptable, incluso deseable. Y contribuye más que nadie a la división social al legitimar la discriminación, la exclusión y la intolerancia de los ciudadanos en base a sus convicciones.

Ahora que el gobierno ha predicado con el ejemplo, ¿podría un arrendador provida desalojar a los inquilinos proabortistas?

¿Podría un empleador vegano despedir a un empleado amante de la carne?

¿Podría un restaurador ateo negarse a servir a un cliente creyente?

¿Y podría un médico climatoansioso privar de cuidados a un paciente climatoscéptico? Ciertamente, la desacertada iniciativa del gobierno hace perfectamente legítimas estas cuestiones.

Respeto

Respetar los derechos fundamentales de un grupo no significa en modo alguno refrendar sus convicciones. Esta lógica, aunque elemental, parece escapar a nuestros brillantes funcionarios electos que en su mayoría han violado la democracia al apoyar la iniciativa CAQ. ¿Realmente merecen estar en el poder?