El Aston Martin de Alonso impresionó a los ingenieros del paddock en Baréin

A pesar del problema eléctrico que sufrió Aston Martin este jueves al inicio de los test de Fórmula 1, la nueva escudería de Fernando Alonso cerró la jornada con una nota de sobresaliente.

Y no solo porque el piloto asturiano marcó el segundo mejor crono del día, solo superado por el campeón del mundo Max Verstappen, sino porque el nuevo AMR23 demostró un enorme rendimiento en prácticamente todos los tramos del circuito de Sakhir, lo que significa que es un monoplaza estable y capaz de rendir tanto en recta como en curva rápida.

Destacó especialmente la gran capacidad de frenada del coche, un aspecto fundamental en un circuito como Sakhir, muy exigente para los frenos y en el que el nuevo AMR23 brilló especialmente. Tanto es así, que en el paddock del circuito, los ingenieros de todos los equipos estuvieron muy pendientes del coche.

“El AMR23 ha impresionado a los demás equipos”, comentaba un ingeniero, que incluso situaba al monoplaza de Alonso entre los equipos más potentes de la parrilla: “Quizás estén incluso por delante de Mercedes en este arranque de temporada”.

Segundo mejor crono sin exprimir el monoplaza

Evidentemente, los tiempos no son determinantes en los test de pretemporada, y mucho menos en la primera jornada, pero del segundo mejor crono de Alonso sí se pueden extraer datos muy relevantes.

Para empezar, el propio Alonso dijo al bajarse del monoplaza que no había exprimido el coche al máximo en su mejor vuelta, es decir, que no fue ni mucho menos una vuelta perfecta, pero, sin embargo, le sirvió para situarse justo por detrás del Red Bull de Verstappen.

Además, el equipo Aston Martin confirmó a los periodistas que no completó ninguna vuelta con el depósito de combustible vacío, por lo que no estamos hablando de un crono ficticio de cara a la galería.

También fueron reveladoras las primeras palabras de Alonso al bajarse del monoplaza tras completar sus primeras vueltas. “Qué tal ha ido el coche”, le preguntó un ingeniero de Aston Martin. “Muy bien”, fue la respuesta del asturiano, siempre exigente con sus monoplazas.