dice que el beso de Rubiales fue inesperado y en ningún momento consentido

La futbolista Jennifer Hermoso ha declarado este martes ante el juez de la Audiencia Nacional por la causa que investiga el beso que Luis Rubiales le dio en la final del Mundial y las presuntas coacciones a las que fue sometida a partir de aquel 20 de agosto. La internacional, según fuentes judiciales, se ha ratificado en su declaración realizada ante la Fiscalía en septiembre: dice que el beso fue inesperado y en ningún momento consentido. 

Hermoso ha asegurado ante el juez instructor Francisco De Jorge que sufrió atosigamiento en el vuelo de vuelta a España tras la final del Mundial, así como en su estancia en Ibiza. Las mismas fuentes señalan que la jugadora dice que esa situación de atosigamiento fue “constante” y que alteró su vida normal, produciéndole desasosiego y tristeza.

La defensa de la jugadora solicitó al tribunal que la declaración de Hermoso se produjese sin “exposición pública” con el objetivo de “preservar al máximo su intimidad y dignidad” durante el procedimiento. La diligencia ante el juez es determinante en la causa y “previsiblemente”, según dijo el magistrado en uno de sus últimos autos, la última pendiente.

El juzgado no había podido hasta el momento programar la declaración de la jugadora internacional, principalmente por sus compromisos con su club, el Pachuca mexicano, y con la selección, o debido a las incompatibilidades de otras partes. Su citación el 2 de enero ha levantado ampollas entre las defensas, que cuestionan la urgencia de practicar una diligencia como esta en un día declarado inhábil procesalmente por ley.

Hermoso asegura que la declaración ha ido “bien”

A la salida de la Audiencia Nacional, donde Hermoso ha sido interrogada por el juez y las partes durante cerca de dos horas, la jugadora ha asegurado que la declaración ha ido “bien” y que “todo queda en manos de la justicia”. También ha agradecido el “apoyo” mediático y se ha marchado diciendo: “Estoy bien, estoy fuerte”. 

Respecto al beso que le propinó Rubiales, Hermoso ha señalado ante el juez que fue dándose cuenta de la gravedad del mismo cuando pasó algo de tiempo. Y también se ha referido a las presuntas coacciones que sufrió por parte de miembros de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) cuando se publicó un comunicado exculpando a Luis Rubiales en su nombre. Tal y como había relatado a la Fiscalía, Hermoso ha indicado que ese comunicado no había salido de ella y que ella no lo compartía. 

De acuerdo con la versión de varios testigos, aquellas presiones ocurrieron tras la final del mundial en Sídney, cuando las jugadoras de la selección viajaban en el autobús del equipo. La jefa de prensa de la RFEF, Patricia Pérez, pidió a Hermoso bajar del bus y le enseñó un comunicado según el cual la futbolista exculpaba al presidente de la Federación. Ante la insistencia para publicarlo, la jugadora dijo: “Haced lo que queráis”. Sin embargo, tal y como explico ante la fiscal y ha ratificado este martes, no estaba de acuerdo con el contenido del texto. 

Las presuntas coacciones hacia Hermoso y su entorno se habrían producido desde que las ganadoras del Mundial se juntaron en el vestuario y habrían continuado en las semanas siguientes. Ocurrieron también en el avión que cogieron las mundialistas y en un viaje a Ibiza que celebraron más adelante. En total, el instructor Francisco De Jorge ha citado como investigadas por estas coacciones a cuatro personas: Luis Rubiales, el director de la selección masculina, Albert Luque, el seleccionador femenino, Jorge Vilda y el responsable de Marketing de la federación, Rubén Rivera. 

También han pasado varios testigos por la Audiencia Nacional, entre ellos algunas compañeras de la selección femenina, amigos o familiares de Hermoso o cargos de la RFEF. El primero en declarar fue el propio Luis Rubiales, que acudió a la Audiencia Nacional el pasado 20 de septiembre y desde entonces cumple una orden de alejamiento que le impide acercarse a menos de 200 metros de Jennifer Hermoso. Más de tres meses después, todo indica a que Francisco De Jorge, titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, ha concluido los interrogatorios y deberá decidir si se abre un juicio contra los investigados por alguno de los presuntos delitos cometidos.