De vendedor de perritos calientes a chef del Grupo Wagner, descubra quién es Evguéni Prigojine

El conflicto en Ucrania ha permitido que el impredecible jefe del grupo paramilitar Wagner se consolide como un actor destacado en Rusia.

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Pero al llamar al levantamiento del ejército y la población rusos contra el Estado Mayor, Yevgeny Prigojine cruzó el Rubicón.

El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció enérgicamente el sábado la “traición” de Yevgeny Prigojine, “causada por ambiciones desmedidas e intereses personales”, apuntando al riesgo de una “guerra civil”.

El impetuoso multimillonario de cabeza rapada y rasgos duros aseguró haber apresado “sin un tiro” al general del ejército ruso en Rostov, centro neurálgico de las operaciones en Ucrania, tras acusar la víspera al ejército ruso de haber bombardeado los campamentos de sus grupo.

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Afirmando tener “25.000” combatientes “listos para morir”, el líder mercenario de 62 años hizo un llamado al ejército y la población rusos para que se unan a él, mientras se defiende de cualquier “golpe militar”.

En respuesta, los poderosos servicios de seguridad rusos han abierto una investigación en su contra por “llamar a un motín armado”, una grave acusación que, en teoría, podría enviarlo entre rejas durante mucho tiempo.

Pero nada es seguro cuando se trata del Sr. Prigojine, un maestro en el arte de la provocación y las reversiones.

“Todavía tenemos que entender qué está pasando”, señala la analista rusa independiente Tatiana Stanovaya, para quien las autoridades “quizás buscan sacar a Prigozhin del juego, con la participación activa de este último”.

“Para el FSB y el personal, es claramente pan sagrado. Como mínimo, Prigojine recibirá un golpe en la cabeza”, agrega.

El conflicto en Ucrania, sin embargo, parecía haber brindado una oportunidad de oro para que el empresario saliera de las sombras en las que había operado durante años, para finalmente afirmarse como un actor principal en Rusia.

En mayo de 2023, después de meses de duros y sangrientos combates, el Sr. Prigojine logró la consagración al reclamar la captura de Wagner de Bakhmout (este de Ucrania), celebrando una rara victoria en el campo de batalla de las fuerzas rusas.

Pero fue también durante esta batalla que aumentaron las tensiones con el Estado Mayor: el señor Prigojine lo acusó de privar de municiones a Wagner y multiplicó los videos en los que insultaba a los mandos rusos.

Impensable para cualquier otra persona en Rusia, en un contexto de represión total.

Su paso de la sombra a la luz comenzó en septiembre, cuando el ejército ruso sufrió revés tras revés en Ucrania, una humillación para los belicistas de los que forma parte.

A la cabeza del grupo Wagner

Luego sale de la nada al admitir, por primera vez, que él es de hecho el fundador en 2014 del grupo paramilitar Wagner, activo en Ucrania como en Siria, pero también en África. Y se destaca como líder.

“Estos muchachos, héroes, defendieron al pueblo sirio, a otros pueblos de los países árabes, a los pobres africanos y latinoamericanos, se convirtieron en un pilar de nuestra patria”, afirma.

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En octubre, lleva aún más lejos esta lógica publicitaria, instalando a bombo y platillo en un edificio de cristal de San Petersburgo (noroeste) la sede de la “compañía militar privada Wagner”.

Maestro de la provocación, publicó en febrero un vídeo que lo mostraba a bordo de un avión de guerra donde proponía al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky decidir el destino de Bakhmout durante un duelo aéreo.

Para equiparse con un ejército digno de sus ambiciones, el Sr. Prigojine, nativo como el Sr. Putin de San Petersburgo, recluta a miles de prisioneros para luchar en Ucrania, a cambio de una amnistía.

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El mundo de la prisión lo conoce bien Evguéni Prigojine, ya que él mismo pasó nueve años detenido durante la era soviética por delitos de derecho común.

negocio de oro

Fue liberado en 1990, cuando la URSS se estaba derrumbando, y estableció un exitoso negocio de venta de perritos calientes.

Luego subió de categoría, abriendo un restaurante de lujo que se convirtió en uno de los más populares de San Petersburgo, donde Vladimir Putin experimentó su propio ascenso político en paralelo.

Después de que Vladimir Putin asumiera la presidencia en 2000, su grupo de catering ofició en el Kremlin, lo que le valió el apodo de “cocinero de Putin” y la reputación de haberse convertido en multimillonario gracias a los contratos públicos.

Es este dinero el que, por lo tanto, habría utilizado para fundar Wagner, un ejército privado inicialmente compuesto por veteranos endurecidos del ejército ruso y servicios especiales.

En 2018, mientras este grupo, ya observado en Ucrania, Siria y Libia, es sospechoso de hacerse un hueco en África, tres periodistas rusos que investigan los asuntos de la empresa paramilitar son asesinados en República Centroafricana.