Continúa la purga de la RFEF con el despido de su director de Comunicación, Pablo García-Cuervo

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sigue enfrascada en un profundo proceso de renovación para satisfacer las demandas del fútbol femenino y de las campeonas del mundo, y por ello ha anunciado hoy la tercera de las destituciones en su cúpula que viene realizando desde que llegase a un acuerdo con las futbolistas y el Consejo Superior de Deportes.

En el momento y hora en que el caso Rubiales pasó a manos de la justicia ordinaria, desde la RFEF comenzó ese proceso de cambio para dejar atrás la era Rubiales que ahora se ha cobrado su tercera destitución, la de su director de Comunicación, Pablo García Cuervo. Una decisión, como decimos, influenciada por la citación de la Audiencia Nacional hace escasas horas para el mencionado dirigente en calidad de testigo, para averiguar si estaba al tanto de las presiones que recibió Jenni Hermoso para que declarara a favor del ex presidente del fútbol español.

La cabeza de Cuervo fue una de las supuesta imposiciones de las jugadoras de la selección femenina a la directiva de la RFEF que preside ahora Pedro Rocha, aunque las futbolistas hayan negado por activa y por pasiva que ellas pongan o quiten directivos o entrenadores.

En cambio, la destitución se ha producido pese al respaldo de los jugadores de la selección masculina absoluta hacia el periodista asturiano, al que han avalado durante los últimos días de forma interna ante la directiva por su trabajo al frente de la Comunicación del combinado durante los últimos años.

También han respaldado a Cuervo otros destacados miembros del ente federativo, que han argumentado que no tuvo implicación alguna en las presiones a la futbolista tras el episodio del beso ni en la difusión de las imágenes de la celebración en el autobús. Quién sí se había posicionado en su contra había sido el responsable del Área Deportiva, Albert Luque, que curiosamente fue quién acompañó a Rubén Rivera, director de Marketing de la RFEF, en su viaje a Ibiza para evitar la denuncia de Jenni Hermoso contra Rubiales.

Con la destitución de este periodista asturiano, la RFEF suma ya cinco salidas clave para enderezar el rumbo de la institución. Primero fueron el propio Luis Rubiales y el seleccionador Jorge Vilda quienes se marcharon, dando paso después a esa restructuración de la Federación con los despidos del ex jefe de Integridad, Miguel García-Caba, y el del otrora todopoderoso secretario general de Rubiales, Andreu Camps.