condenan a integrantes de red de trata de personas señalados de captar mujeres con engaños para explotarlas sexualmente en Grecia

Con el supuesto de que trabajarían como camareras, una red de prostitución convenció a las mujeres para que viajaran a Grecia y luego fueran explotadas sexualmente. Un mediador especializado de Medellín condenó a tres miembros de la facción enemiga.

“Juan David Ceballos Madrid deberá cumplir una pena de seis años y siete meses de prisión por los delitos de trata de personas; tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones. En tanto, Paola Andrea Acevedo García y Evelin Andrea Gómez Ramírez, respectivamente, recibieron seis años y siete meses de prisión, y tres años y dos meses de prisión como responsables del delito de trata de personas”, informó la Fiscalía.

Las pruebas recabadas por el fiscal demostraron que los condenados contactaban a jóvenes de diferentes sectores de Medellín, les ofrecían trabajo como meseros en un bar de Atenas y los convencieron de andar con el supuesto de que recibirían 100 euros diarios, además de aporte económico, enganche y víveres.

“Las víctimas que llegaron a Grecia fueron despojadas de sus pasaportes y pertenencias, y fueron notificadas de deudas que oscilaban entre 1.300 y 3.200 euros, que debían pagar mediante actividades sexuales. Además, soportaron demasiadas horas sin descanso, violencia psicológica y física, y fueron aisladas de sus familias”, se lee en la observación.

La red de prostitución que operaba en Cali y Medellín

En octubre cayó otra red de prostitución humana. Las investigaciones revelaron que los integrantes de esta estrategia contactaban a jóvenes de Medellín (Antioquia) y Cali (Vega del Cauca) a través de ofertas laborales falsas que les prometían empleos en el extranjero. Una vez convencidos, gestionaron todos los trámites para su nacimiento: pasaportes, entradas y dinero para cubrir los gastos del evento.

Sin embargo, al llegar a destinos como Malta, Croacia, Montenegro o Albania, las mujeres eran despojadas de sus pasaportes y sometidas a condiciones de conveniencia sensual. Las víctimas eran obligadas a viajar entre diferentes ciudades europeas, constantemente vigiladas y obligadas a medir deudas que oscilaban entre los 3.000 y los 4.000 euros, supuestamente para su traslado, acoplamiento y amarre.