Barça, en directo: resultado, goles y última hora de la ida de los octavos de final de la UEFA Champions League

El Barça no pudo pasar del empate (1-1) en su visita al Nápoles en la ida de los octavos de final de la UEFA Champions League. El conjunto culé fue infinitamente superior a un equipo desarbolado y desnortado esta temporada, mereció ganar, pero se dejó llevar tras el gol de Lewandowski y permitió que el conjunto napolitano siga con vida en la eliminatoria con un gol inocente de un cañonero inapelable como Osimhen en su primer tiro a puerta.

El Barça fue dueño, amo y señor del primer tiempo, especialmente los primeros veinte minutos. Liderado por el desparpajo y la chispa que otorga la ingenuidad de la juventud de Lamine Yamal, que sigue echándose al equipo a la espalda con 16 años, los de Xavi Hernández supieron imponer su idea de juego sin demasiada oposición. Algo natural también, teniendo en cuenta que Walter Mazzarri entrenaba hasta hace dos días al vigente campeón de la Serie A, que ahora marcha décimo en el campeonato doméstico y estrenaba en el banquillo a Francesco Calzona como técnico.

Tampoco es que el Barça, que sabe que Xavi se marcha en junio, llegase en un estado de forma y confianza pletórico, pero nada comparable al drama napolitano. Por eso, bajo la atenta mirada del Diego Armando Maradona, fueron los culés quienes llevaron la batuta con la posesión y generaron las ocasiones de peligro, pero por méritos propios más allá de la delicada situación de los locales.

Trabajó mucho, y bien, el conjunto catalán para someter al Nápoles, pero se marchó al descanso sin el premio del gol. En defensa, lograron minimizar las virtudes de un tridente temible como el que conforman Kvaratskhelia, Politano y Osimhen, que tampoco estaban precisamente finos ni acertados; en el centro del campo, De Jong y Pedri ejercieron con autoridad un control exhaustivo de la circulación, anulando el ímpetu de Lobotka o Zambo Anguissa; y en ataque percutieron e insistieron pero no llegó la recompensa final.

Yamal fue el primero en avisar, y lo hizo hasta en dos ocasiones con dos disparos muy atrevidos que Meret sacó con solvencia. Poco después sería Lewandowski quien marraría una ocasión clarísima en el área pequeña, topándose con el milagroso pie del guardameta local cuando solo quedaba empujar el balón a gol. Por último, Gundogan cerró el recital de ocasiones azulgranas con otro disparo que hizo volar de nuevo al portero italiano.

A partir de ahí, el Nápoles se sacudió el miedo y las dudas, dejó de estar atenazado, y se soltó lo suficiente para rondar los dominios de Ter Stegen, aunque sin ocasiones claras y sin registrar un solo disparo a puerta. Tampoco las llegó a tener el Barça después de ese arreón inicial, aunque la sensación al descanso era clara: merecían ir ganando y lo darían todo en el segundo tiempo para lograrlo.

Así fue, de hecho. El Nápoles salió fuerte e intentó reaccionar, pero le duró la intensidad cinco minutos. No atraviesan su mejor momento como institución, y así sus estrellas parecen simplemente jugadores del montón. Ni siquiera hubo un clavo ardiendo al que agarrarse. La sala de máquinas culé comenzó de nuevo a carburar a plena potencia, y esta vez sí que logró encontrar el camino hacia el gol.

Tras un par de intentos lejanos de Gundogan, Pedri encontró entre las piernas de un rival a Lewandowski, que desde la frontal supo revolverse hasta encontrar un disparo raso, colocado, que pasó por debajo de otras piernas napolitanas y sorprendió a Meret bajo palos. La llegó a rozar el cancerbero, pero no pudo impedir que el ariete polaco viese puerta en Champions de nuevo.

Se las prometía muy felices el Barça, con el partido controlado y la exigua pero suficiente ventaja en el marcador. Sin embargo, pagaron cara su relajación, algo que no pueden permitirse viendo la deriva del equipo esta temporada y menos en una competición como la Champions. Como viene siendo habitual, el equipo desconectó, y ahí apareció Osimhen para recibir un balón de espaldas, tumbar sin esfuerzo la marca de Íñigo Martínez y batir a Ter Stegen con facilidad. Un delantero así, con medio metro para pensar, es letal.

Se vino arriba el coliseo napolitano, espoleado por el súbito rayo de esperanza del gol. Así, el Barça fue el que ya no pudo reaccionar y se limitó a sobrevivir. Con el partido tan completo que habían hecho, el botín era insuficiente y sabía a nada, pero el riesgo de perderlo todo atemorizó a los culés, que ya solo se defendieron minimizando daños, pensando en los 90 minutos de la vuelta ya con su público junto a ellos en Montjuïc.

FICHA TÉCNICA.

–RESULTADO: NÁPOLES, 1 – FC BARCELONA, 1 (0-0, al descanso).

–EQUIPOS.

NÁPOLES: Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Juan Jesus, Olivera; Lobotka, Anguissa, Cajuste (Traorè, min.68); Politano (Raspadori, min.76), Osimhen (Simeone, min.76) y Kvaratshkelia (Lindstrom, min.68).

FC BARCELONA: Ter Stegen; Kounde, Araujo, Iñigo Martínez, Cancelo; Christensen (Romeu, min.86), De Jong, Gündogan; Lamine Yamal (Raphinha, min.80), Lewandowski y Pedri (João Félix, min.86).

–GOLES.

0-1. Min.60, Lewandowski.

1-1. Min.75, Osimhen.

–ÁRBITRO: Felix Zwayer (ALE). Amonestó a De Jong (min.16), Iñigo Martínez (min.77) y Christensen (min.78) en el FC Barcelona.

–ESTADIO: Stadio Diego Armando Maradona.