Barça, en directo: goles, resultado y última hora de la UEFA Champions League

El Barça cayó derrotado (3-2) ante el Amberes en una de las noches más negras de su historia reciente en la UEFA Champions League, en la que firmó un ridículo histórico y tuvo que dar las gracias por no haber llegado jugándose nada al último partido de la fase de grupos. Aunque quizá ese fue el problema, porque lejos de intentar enmendar la pobre imagen de sus últimos encuentros, salió más confiado que nunca y lo pagó como siempre.

El conjunto culé llegaba en horas bajas de confianza, juego y resultados a Bélgica, pero con la tranquilidad de saberse primero de grupo salvo milagro del Shakhtar. Por eso mismo, el cuestionado Xavi Hernández apostó por un once inicial plagado de rostros poco habituales, con el debut incluido del canterano Héctor Fort en la zaga, pese a haberse visto obligado a convocar algunos jugadores a los que querría haber dado descanso, como un Lewandowski que ni estuvo, ni hizo por estar.

Buscaba el Barça una victoria sencilla y balsámica ante el equipo más goleado de la competición, pero para ser fieles a su actual estado de forma, fueron los azulgrana quienes concedieron el primer tanto del encuentro; y encima en el primer minuto de juego. En un balón inocente de Christensen a Iñaki Peña, el guardameta se complicó la vida cediendo a Oriol Romeu, que no controló y la dejó a placer para que Vermeeren conectara un misil directo a la escuadra.

Regresaban los azulgrana así al mismo guion habitual del resto de la temporada. Por detrás en el marcador, dueños y señores absolutos de la pelota, pero sin capacidad alguna de crear peligro. De hecho, inquietaban más los contragolpes locales que la posesión anodina de los visitantes. Sin embargo, la insistencia tuvo premio en una jugada, la única de la primera parte, muy inspirada de Lamine Yamal. 

Conducción pegado a la banda, doble amago hacia dentro, y pase en profundidad del hispano-marroquí a Ferran para la definición del valenciano en carrera rompiendo hacia el interior del área. El Barça salía a flote, y llegaba entero al descanso para tomar aire, respirar profundo y aclarar las escasas ideas ofensivas que tenían.

Sin embargo, la cruel realidad fue otra. El encuentro reanudó con una energía y un dinamismo inusitados, y en apenas diez minutos hubo tiempo para ver un gol anulado al Amberes por fuera de juego, un larguero de Yamal tras una gran volea, una expulsión a Sergi Roberto que corrigió el VAR, y el segundo gol belga a manos de Janssen después del segundo error garrafal de un Oriol Romeu que tendrá pesadillas con este partido el resto de su vida.

El canterano culé se durmió en los laureles en su propia frontal del área y permitió la recuperación del Amberes, que en pocos segundos construyó su jugada y habilitó a Janssen para batir de nuevo a Iñaki Peña. Xavi intentó reaccionar con múltiples cambios, pero el equipo no daba para más. Las contras belgas amenazaban con aumentar la ventaja, mientras el Barça seguía atascado en la frontal del Amberes sin encontrar hueco alguno.

Así fue pasando el tiempo hasta que el técnico culé no tuvo más remedio que encomendarse al resto de canteranos de los que disponía, Marc Guiu y Casadó. Y casi le sale bien, porque a cinco minutos del final Guiu volvió a aparecer como hiciera en su debut al rescate de los suyos. Cabezazo inapelable entrando en carrera a la falta lanzada desde la frontal, y algo de tranquilidad para la recta final del encuentro.

En ese momento, con el empate, todo parecía sentenciado para desgracia de ambos, porque el Amberes se quedaba sin una merecida victoria y porque el Barça no lograba igualmente mejorar su imagen y sus sensaciones o evitar el bochorno. Pero la Ley de Murphy se quiso cebar con los culers, y el Amberes se encontró con otro balón perdido en la medular que Ilenikhena definió sin convicción pero con acierto. 

Sin tiempo para reaccionar, su derrota ante el peor equipo de la competición (que hizo en un partido los mismos goles que en los cinco anteriores) se consumó refrendando una sensación generalizada entre la hinchada culé: el Barça se encuentra sumido en una profunda crisis de juego, identidad y voluntad que debe enmendar si es que puede antes de que la temporada se vaya por el desagüe.