Alcaraz cierra su debut en Queen’s con el título y el regreso al número uno

Carlos Alcaraz finalizó este domingo un debut de ensueño en el ATP 500 de Queen’s con una victoria con valor doble sobre Álex de Miñaur (6-4/6-4). Con ella se coronó campeón en un torneo de hierba por primera vez en su carrera y reconquistó el primer puesto del ránking mundial, la recompensa a un trabajo incansable de adaptación con miras al cercano torneo de Wimbledon.

El duelo por el título fue una confirmación de sensaciones para Alcaraz. No había empezado la semana con confianza, ni siquiera contaba con tener opciones de pelear por el título en la hierba de Londres, pero eso quedó muy lejos tras sus dos buenos encuentro del jueves y el viernes, y especialmente en un inicio electrizante de partido.

Muy cerca estuvo el murciano de romper el primer servicio de De Miñaur, pero el australiano se revolvió y así comenzó un duelo marcado por la igualdad. El tenista nacido en Sídney y criado en España avisó pronto de que el partido no iba a ser un trámite sencillo para la gran estrella del tenis mundial y cumplió esta máxima hasta el último suspiro del choque.

Las bolas largas que impedían a Carlitos atacar por delante de la línea y un recital de juego desde la volea sirvieron a De Miñaur para llegar hasta el 4-3 y bola de break a favor en la primera manga, pero el murciano es especialista en momentos de tensión. A base de saques, un arma muy interesante a explotar en las pistas de césped, Alcaraz dio la vuelta al juego en la ventaja y cogió energías para romper el de su rival a continuación.

El pupilo de Juan Carlos Ferrero aprovechó bien uno de los pocos momentos de debilidad de su rival y cerró la primera manga desde su servicio, pero todavía quedaba mucho trabajo por delante ante un De Miñaur constante en su juego. Más aún con las molestias en el muslo que le obligaron a pedir pausa médica en el descanso.

El segundo capítulo del partido siguió un guion muy similar al primero. La igualdad se mantuvo e incluso se hizo más patente con el progresivo aumento de los intercambios en cada punto. Parecía complicado que Alcaraz regalara ‘show’ en una superficie en la que todavía se le vio titubeante a ratos, pero su tenis pizpireto combinado con la inspiración de su rival en la superficie verde hizo las delicias de los allí presentes en varios intercambios inverosímiles.

La balanza terminó de desequilibrarse en el 2-2. Llegó el primer momento de debilidad mental del australiano y con una doble falta regaló a Carlitos un juego que ya no volvería a recuperar. Ambos mantuvieron sus servicios hasta el inevitable final, el puño al aire de Alcaraz y la sonrisa de los campeones.

El título de campeón y la vuelta al número uno mundial son el premio a una dura semana de adaptación a la hierba tras la larga aventura de tierra batida. La confirmación de sus buenas sensaciones de cara al gran reto del verano, el torneo de Wimbledon.