A petición de Ucrania, Suiza organizará una “cumbre de paz”

Suiza acordó organizar una “cumbre” de alto nivel sobre la paz a petición de Ucrania, anunciaron el lunes los presidentes de los dos países en una conferencia de prensa en Kehrsatz, cerca de la capital suiza, Berna.

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Pero el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, advirtió inmediatamente que Rusia no sería bienvenida en la cumbre.

“En cuanto a los países que quieran participar, estamos abiertos a todos, a todos los países del mundo que respeten nuestra soberanía e integridad territorial. Así podemos deducir quiénes serán invitados”, dijo en respuesta a la pregunta de un periodista sobre la posible participación de Rusia en la cumbre.

“Esperamos que esta cumbre dé una energía significativa a todo lo que se ha discutido. Y esperamos que el fin de la guerra sea justo y se restablezca la gobernanza de la justicia. Suiza es nuestro socio en esto”, añadió.

En un comunicado publicado tras la rueda de prensa, Suiza se declaró “dispuesta a organizar, a petición del presidente ucraniano, una cumbre sobre la fórmula de paz” entre representantes de alto nivel.

Se están definiendo las modalidades para la continuación de las operaciones. La presidenta suiza, Viola Amherd, aseguró que los dos países empezarían a trabajar en la cumbre el martes.

Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, Suiza ha insistido firmemente en su neutralidad militar. Se niega así a enviar armas a Ucrania o a autorizar a países, incluida Alemania, a reexportar armas de fabricación suiza a Ucrania, lo que en ocasiones le ha valido críticas de Kiev.

Sin embargo, se ha alineado con las sanciones internacionales contra Rusia, y el presidente ucraniano también acogió con satisfacción el lunes el apoyo humanitario de Suiza, especialmente en términos de remoción de minas.

Este año se celebrarán dos conferencias sobre desminado, un problema clave para Ucrania, una en primavera y otra en otoño, dijo Zelensky a los periodistas.

Suiza está muy implicada en este tema y ha proporcionado una ayuda de unos 400 millones de francos (427 millones de euros) a Ucrania y sus países vecinos en el marco de la cooperación internacional desde la invasión rusa.

El presidente ucraniano también dijo que esperaba que los activos rusos congelados pudieran utilizarse para la reconstrucción. La congelación de los activos rusos no debería ser “sólo un castigo”, afirmó: “quien haya iniciado esta guerra debe pagar el precio más alto por ello”.