Qué significan los objetivos de inmigración más bajos para los recién llegados a Canadá
Written by on November 26, 2025
Qué significan los objetivos de inmigración más bajos para los recién llegados a Canadá
La promesa de Canadá ha estado anclada durante mucho tiempo en una idea simple: trabajar duro, construir una vida y pertenecer. Para miles de recién llegados que navegan por un panorama de inmigración cada vez más incierto, esa promesa ahora parece menos estable. Entre ellos se encuentra Anu Subedi, un nepalí de 27 años que llegó en 2021 para estudiar Gestión de Negocios Internacionales en Fanshawe College. Después de graduarse, se mudó a Nueva Escocia para trabajar a tiempo completo en RBC y trabajar como voluntaria en organizaciones sin fines de lucro locales, construyendo el tipo de vínculos comunitarios que Canadá ha fomentado durante mucho tiempo. Pero hoy Subedi se encuentra en el limbo. Su permiso de trabajo expira en 2026, su solicitud de residencia permanente ha estado en silencio durante ocho meses y la ansiedad de la espera se ha instalado en su vida como un segundo trabajo.


Su experiencia refleja la inquietud que se propaga entre decenas de miles de residentes temporales cuyo futuro depende de decisiones de política nacional que ahora se están recalibrando. Para alguien que ha construido su vida en torno a la contribución y la comunidad, esa incertidumbre se siente como una traición a una promesa. “Me mudé de provincia en busca de mejores oportunidades, pero ha sido muy estresante. No sé lo que me depara el futuro”, dice.
Una recalibración de las prioridades de inmigración
El anuncio del Primer Ministro Mark Carney de reducir los objetivos de inmigración marca un cambio significativo en la estrategia de larga data de Canadá de alta admisión y rápido crecimiento. El Plan de Niveles de Inmigración 2026-2028 tiene como objetivo reducir las admisiones de residentes temporales, reduciendo el número a 385.000 desde el nivel de 2025 de 673.650. También limita el número de titulares de permisos de trabajo que pasarán a la residencia permanente a 33.000 entre 2026 y 2027.


Andrew Griffith, ex director general de Ciudadanía y Multiculturalismo, ve el plan como una realineación más que una ruptura. “Creo que el nuevo plan tiene que ver con la sostenibilidad”, dice. “Quizás el mayor fracaso del gobierno de Trudeau fue que nunca consideraron cuál sería el impacto en la vivienda, la atención sanitaria y la infraestructura. Simplemente asumieron que la gente se adaptaría. Pero se salió de control”.
El resultado, afirma, fue un sistema que se expandió más rápido que la capacidad del país para absorberlo. “La verdadera preocupación es cómo mejorar los ingresos de las personas, lo que significa más énfasis en las habilidades, la productividad y una mejor integración”, añade.
Sentimiento público y presión política
“Los canadienses siguen viendo la inmigración como una fortaleza económica incluso cuando la presión sobre la vivienda y los servicios sigue siendo una prioridad”, dice la exsenadora Ratna Omidvar, una defensora desde hace mucho tiempo de la diversidad y la inclusión. Citando datos de Focus Canada (otoño de 2025), señala que si bien la mayoría de los canadienses todavía reconocen la importancia económica de la inmigración, una proporción cada vez mayor cree ahora que el país está aceptando a demasiados recién llegados.


Para Omidvar, mantener la confianza del público depende no sólo de quiénes son admitidos sino también del buen apoyo que reciben una vez que llegan. “La inmigración es sólo la mitad de la historia; la integración es la otra. El sistema es confuso, está lleno de retrasos y decisiones contradictorias. Los largos tiempos de espera son inaceptables. Deben suceder dos cosas: el sistema debe gestionarse mejor y los canadienses deben ver que la integración está funcionando”, explica.
Los estudiantes internacionales y los trabajadores temporales sienten la presión
Uno de los cambios más dramáticos ha sido la decisión de reducir las admisiones de estudiantes internacionales, reduciendo la admisión a 155.000 en 2026 desde 305.900 en 2025. El número de trabajadores extranjeros temporales también disminuirá. Los nuevos datos del IRCC muestran 45.380 nuevas llegadas de estudiantes internacionales en agosto de 2025, una caída del 43 por ciento respecto al año anterior. Entre enero y agosto, las llegadas de estudiantes y trabajadores temporales disminuyeron en casi 280.000 en comparación con 2024.
Omidvar advierte que una reducción demasiado drástica de las cifras podría frenar el crecimiento demográfico y debilitar la ventaja competitiva de Canadá. “Nos hemos posicionado como líder mundial en comercio e innovación. Necesitamos equilibrar el crecimiento demográfico, la capacidad de la comunidad y las necesidades del mercado laboral, especialmente en regiones más pequeñas que dependen en gran medida de los recién llegados”.
Griffith llama a esto el “desafortunado daño colateral” de la corrección de políticas. “Los estudiantes se beneficiaban cuando las cosas eran fáciles y ahora están pagando el precio”, afirma. “No hay manera de hacer correcciones sin que algunas personas salgan lastimadas; esa es la dolorosa realidad”.
Atención sanitaria: la columna vertebral de los inmigrantes de Canadá
El impacto en la atención sanitaria es especialmente significativo. Los inmigrantes representan el 37 por ciento de los médicos, el 25 por ciento de las enfermeras registradas y más del 40 por ciento de los auxiliares de enfermería, según el censo de 2021. También están fuertemente representados entre los farmacéuticos y dentistas. A pesar de ello, persiste la escasez de personal.


El Dr. Oluremi Adewale, experto en políticas de salud y defensor de la comunidad, advierte que la planificación de la inmigración debe alinearse estrechamente con las necesidades del personal de atención médica. Un estudio de Statistics Canada muestra que el 58 por ciento de los trabajadores temporales en el sector de la salud se convirtieron en residentes permanentes entre 2000 y 2022, una señal de fuerte retención. Pero Adewale señala que el talento internacional todavía enfrenta procesos de concesión de licencias lentos y complicados que requieren caminos más claros. “Muchos llegan con años de experiencia, pero enfrentan procesos de obtención de licencias largos o complejos”, señala Adewale. “Necesitamos un diálogo continuo entre gobiernos, reguladores y empleadores para hacer que los procesos sean más transparentes y solidarios, sin comprometer la calidad o la seguridad”.
Innovación, pequeñas empresas y el coste del talento perdido


Casi el 99 por ciento de las empresas canadienses son pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales dependen del talento inmigrante. La experta en innovación Sabine Soumare dice que el futuro depende de una coordinación más rápida entre el gobierno y la industria, y señala iniciativas como el Desafío federal 50-30 como ejemplos de progreso intencional. “Esa iniciativa nos mostró cómo puede ser la rendición de cuentas. Logramos avances reales en la contratación diversa; ahora tenemos que mantenerlos”, afirma.
Sin embargo, muchos profesionales experimentados ya se sienten tensos.
Genevieve Kameni, una experimentada consultora fiscal y financiera de Camerún, construyó una carrera de 16 años antes de inmigrar a través del Programa Federal de Trabajadores Calificados hace dos años. Llegó segura de que sus calificaciones le abrirían puertas.
“Pasé por un programa oficial que evalúa mi educación y experiencia laboral”, dice. “Pero una vez que llego, siento que nada de eso cuenta. Cuando solicito trabajos en mi campo, me dicen que no tengo experiencia canadiense. Cuando solicito otros trabajos, dicen que estoy sobrecalificado”.


Atrapado entre el subempleo y la exclusión, la historia de Kameni refleja lo que enfrentan muchos inmigrantes calificados. Eso es lo que preocupa a Karla Briones, directora ejecutiva de Immigrant Entrepreneur Canada. Briones, que ha sido mentor de cientos de fundadores recién llegados, dice que el talento desperdiciado no sólo limita a las personas: debilita la economía de innovación de Canadá.
“La inmigración no es un costo, es un catalizador. Veremos efectos en cadena en todos los sectores que dependen de inmigrantes calificados, especialmente en tecnología y manufactura. Las empresas emergentes que prosperan gracias a la diversidad serán las primeras en sentirlo. Limitar el talento de los inmigrantes debilitará la competitividad global de Canadá”, añade Briones.
Para Kameni, esa carrera por el talento es algo personal. “Existe un enorme sesgo en la contratación”, afirma. “A veces pienso que tal vez debería regresar o migrar a otro país donde se valoren mis habilidades”.
Su frustración subraya lo que Briones llama el mayor riesgo de Canadá: perder a los recién llegados calificados no porque carezcan de capacidad, sino porque pierden la esperanza. “Menos recién llegados no significa menos necesidad. Tenemos que fortalecer la inclusión, la tutoría y el acceso a la financiación inicial. La verdadera sostenibilidad significa retención, no restricción”, añade Briones.


Encontrar un camino sostenible hacia adelante
Mientras Canadá implementa su plan 2026-2028, el país se encuentra en una encrucijada crítica. Omidvar cree que los valores fundamentales de la inmigración de Canadá permanecen intactos, pero sostiene que la planificación debe coordinarse en materia de vivienda, atención médica, educación e infraestructura para restaurar la confianza pública.
Para los recién llegados como Subedi, el camino por delante es incierto. Ella espera que los formuladores de políticas recuerden las historias humanas detrás de las cifras.
“Si estamos ayudando a que Canadá crezca”, dice, “entonces dennos un camino para quedarnos, no una razón para irnos”.
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