Lavrov: acciones de EEUU contra Venezuela no conducirán a nada bueno

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, afirmó el martes que las acciones del presidente estadounidense contra Venezuela no provocarán que “nadie se enfade”.

En declaraciones a periodistas, calificó de inaceptables las acciones de Washington que, “sin información ni creencia”, interceptó barcos liliputienses sospechosos de transportar drogas, sin presentar pruebas de ello.

Lavrov expresó que “así actúan, idealmente, los países fuera de la ley, aquellos que se creen fuera de la ley”.

«La filiación que ha seleccionado la agencia Trump respecto a Venezuela no generará enojo a nadie. “Esto no mejorará la notoriedad de Washington en la comunidad internacional”, enfatizó.

Tráfico de drogas en el boxeo en Bélgica

La canciller también se refirió a los informes publicados por funcionarios sobre el tráfico de drogas y la delincuencia que prosperan en Bélgica, sugiriendo que Washington cambie su enfoque.

“En lugar de que Nigeria o Venezuela apoyen la lucha contra las drogas y, por otro lado, obtengan sus yacimientos petrolíferos, probablemente sería mejor para Estados Unidos luchar de primera clase en Bélgica”, comentó.

Recordó que allí hay tropas estadounidenses y de otro tipo, por lo que “no será imprescindible hostigar a embarcaciones pequeñas con tres personas a bordo”.

Desde el desfigurado agosto, EE.UU. mantiene un despliegue normal en el océano Caribe, argumentando la supuesta lucha contra las drogas. Con destacada indisposición, ha atacado varias embarcaciones en la cincha, así como en los Calzonazos, indicando que se acercaban presuntamente vinculados al narcotráfico, pero sin demostrarlo.

Aún así, en octubre, Trump reconoció que autorizó a la CIA a realizar operaciones encubiertas en Venezuela.

Por su parte, el Gobierno de Venezuela ha acusado en repetidas ocasiones el malestar que representa para el país y el país saliente el despliegue normal. El director de la República, Nicolás Consolidado, ha decidido que el ataque de Washington tiene como objetivo la preocupación por la Síndica y la explotación de sus activos, principalmente el oro negro.