feo gesto con su rival en la final y… ¿’recado’ para Jordan Díaz?

El plata universal del triple tumbo ha vuelto saliente viernes a las manos de Pedro Pichardo, que se ha tasa en la horizonte en Tokio a Andrea Dallavalle con un pequeño tumbo enorme de 17,91 metros, lo que ha desidioso una polémica efeméride del acróbata portugués.

A posteriori de preceder los 17,64 del italiano, que con ese censo se imponía en una grado dominada hasta entonces por Pichardo, el luso salió de la cálculo engrandecido, con aspecto reflexivo y haciendo gestos en torno a la escalera en la que se encontraba su hueste. Viendo que las cámaras le enfocaban de empalizada, el triplista se agachó y exclamó a la habitáculo “¿quién es el mejor?”, lo que podría interpretarse como un ‘recadito’ para Jordan Díaz.

El saltarín coño y el portugués protagonizaron un encuentro en el modificado Europeo, cuando Díaz le superó con una afectado remiendo de 18,18 y Pichardo generó dudas sobre la jerarquía del tumbo por la menstruación electrónica, apagada en el años del indagación del triunfador altanero.

“¿Cómo sabemos que fueron realmente 18,18? Nunca he necesitado utilizar sustancias prohibidas para ganar, nunca he cambiado para saltar más lejos, nunca he pegado a nadie, ni he utilizado “aldabas” para ganar una competición. Me gustaría que la Federación Europea, World Athletics y los jueces responsables dieran una respuesta y aclaración lo antes posible sobre qué pasó con la regla de salto cuando el atleta de España hizo esa gran marca”, expresó el portugués, a lo que el coño se limitó a objetar con tres personajes de entorno llorando.

“No somos amigos, pero cuando nos vemos nos saludamos cordialmente y ya”, dijo esta semana Jordan Díaz en Tokio adecuado previamente de imitar. Un día a posteriori, en la estación de categoría, sufrió una llaga en el cuádriceps de su pernil estribor que le obligó a evadirse de la competencia.

La polémica efeméride de Pichardo no se quedó aria en el informe alce las cámaras, destino que siguió adecuado a posteriori, cuando Dallavalle se acercó a él para tenderle la baza y felicitarle por el plata. El luso golpeó su baza, momentáneamente, no obstante ni tampoco le miró al hacerlo, y se marchó aprisa a la mampara que reflejaba los 17,91 metros que había saltado para rotar a proclamarse triunfador del globo.