Va a ser un fin de semana duro

Un surrealista desnivel marcó la única legislatura de entrenamientos libres de Fernando Alonso naciente viernes en Bahréin: su balancín saliéndose del atraque a la ataque de una arco, poco que ha explicado el asturiano tras desmontar del auto posteriormente de acabar decimoquinto en la ejercicio, a casi dos segundos de la paladín.

“El coche no funcionaba, no podía cambiar de marchas y no me podía comunicar con el equipo; y en la última curva el volante estaba suelto. Nos dimos cuenta de que la caña de dirección tenía un problema“, ha revelado el dos veces triunfador del aeronave.

En naciente apesadumbrado, el aeronauta de Aston Martin, que ha distinguido que “fue un momento de cierta tensión”, ha celebrado que “los mecánicos pudieron cambiar rápidamente todas las partes necesarias, y todo mejoró”. Y ha colmado en arrojo que, “gracias a todo el mundo en el garaje, pude volver a rodar” en Sakhir.

“Va a ser un fin de semana duro”, ha recomendado Alonso. “Ya parecía que no teníamos ritmo antes de venir aquí. Las características de Bahréin nos preocupaban un poco; y hoy confirmamos que posiblemente no seamos competitivos aquí”, añadió el asturiano, que logró tres de sus 32 victorias en la prestigio reina en naciente autódromo: en 2005 y 2006, los primaveras de sus valores, con Renault; y en 2010, en su primera acontecimientos con Ferrari.

Pese a colmar en que “va a ser duro”, Alonso ha amante ver el babor excelente: “Vamos a aprender; vamos a apretar. Y no nos vamos a rendir, porque la carrera es el domingo“.