Una batalla campal a puñetazos tras el pitido final empaña el Estepona-Diocesano

La jornada de Segunda Federación de este domingo quedó empañada por unas lamentables imágenes tomadas al término del duelo entre el Estepona y el Diocesano. Tras el pitido final que confirmó la victoria de los visitantes, jugadores de ambos conjuntos protagonizaron una dura batalla campal en contra de todos los valores deportivos. 

La tangana, a puñetazo limpio, tuvo lugar instantes después del pitido final que confirmó la victoria del equipo extremeño -colista del grupo V- en la localidad andaluza. La misma comenzó cuando Razak, portero del equipo local, perdió los nervios y agredió a varios rivales, que no dudaron en responder de la misma manera.

Pronto intervinieron otros miembros de ambos equipos para frenar a los implicados, una acción clave para disipar el encontronazo en pocos segundos. 

Los nervios jugaron una mala pasada a los locales, que se dejaron tres puntos clave en su lucha por entrar en los playoffs, ante su afición, y frente al último clasificado.